Fue el jefe de la campaña presidencial de PAIS y, desde el inicio del gobierno, como Secretario de la Administración, trabaja como una especie de puente entre los ministros y Rafael Correa, al estar al tanto de lo que ocurre en cada uno de los ministerios y entidades del Ejecutivo. Vinicio Alvarado es uno de los funcionarios de mayor confianza e importancia para el Mandatario.
De hecho, al tener oficinas contiguas y estar a cargo de la logística del Gabinete (entre sus funciones están hacer seguimiento a los proyectos, autorizar vacaciones y viajes de funcionarios, decidir sobre la compra y venta de bienes), es quien más contacto tiene con él.
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Su madre, Dayse Espinel, fue nombrada embajadora de Ecuador en Costa Rica; su hermano Fernando fue asesor del Mandatario, luego su secretario particular y ahora está al frente de la Secretaría de Comunicación; su padre, el radiodifusor Humberto Alvarado Prado, concesionario de una frecuencia de televisión este año, ganó una curul en la Asamblea por PAIS.
En el 2007 trascendió la contratación de su primo, Marco Andrés Andrade Espinel, como asesor de la gerencia del Banco de Fomento, aunque aseguró que desconocía este caso.
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A Correa lo conoció en su etapa estudiantil en el colegio San José La Salle (el Mandatario estaba en dos cursos superiores), pero no fueron amigos. Fue un amigo en común quien los unió cuando Correa era aún un precandidato presidencial: Juan Carlos Toledo, jefe de Comunicación en la campaña y actual cónsul en Miami, en EE.UU.
Alvarado trabajó con su equipo de la agencia Creacional y, una vez en el Gobierno, se llevó a Roberto Puga, su ex colaborador en esa empresa, como asesor y luego subsecretario de Publicidad. Otros creativos salieron de esa agencia para conformar una nueva, cuyo nombre es UMA (“cabeza”, en quichua), que se encarga del concepto de las propagandas oficiales.
Alvarado también ha estado a cargo del manejo de proyectos como la televisión estatal (con Ecuador TV) y la modernización de diario El Telégrafo.