El jefe de la oficina de Cronkite durante años dijo que los funerales privados se realizarán el jueves, en la Iglesia de Saint Bartholomew, en Manhattan. Otra ceremonia en memoria del periodista se llevará a cabo en las próximas semanas, en el Lincoln Center de artes escénicas.

Cronkite será incinerado, y sus cenizas serán sepultadas en fecha posterior junto a los restos de su esposa, Betsy, en la tumba familiar del cementerio de Kansas City, Misurí.

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En lugar de flores, la familia está solicitando donaciones para la Fundación Walter and Betsy Cronkite, que distribuirá las aportaciones a varias obras caritativas que el matrimonio apoyó.

Cronkite, quien informó acontecimientos como el asesinato de John F. Kennedy y fue calificado como  el hombre más confiable en Estados Unidos, falleció en Nueva York a los 92 años.

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La muerte de Cronkite suscitó una oleada de tributos de colegas, presidentes y ex mandatarios, astronautas famosos y aquellos que aspiran en vano a ocupar su sitial de honor en el periodismo nacional.

Cronkite falleció rodeado por sus familiares el viernes por la noche en su hogar en Manhattan después de una prolongada enfermedad, anunció Linda Mason, vicepresidenta de CBS. Marlene Adler, jefa del equipo de Cronkite, dijo que falleció de enfermedad cerebrovascular.

Es difícil imaginar un hombre a quien yo pudiera admirar más, dijo en CNN Mike Wallace, el conductor de  60 Minutos.  Era un reportero soberbio y un hombre honorable.

El presidente Barack Obama se sumó inmediatamente a la letanía de elogios hacia el periodista que  nunca nos defraudó. En una declaración, Obama lo describió como una voz confiable que guió con calma a la nación a través de guerras y disturbios, marchas y turbulencias históricas.

Gran presencia periodística
Su rica voz de barítono llegó a millones de hogares todas las noches, y en una industria de íconos, Walter sentó las pautas por las que todos los demás han sido juzgados, agregó el presidente.  Pero Walter fue siempre más que sólo un conductor. Era parte de la familia. Nos invitaba a creer en él y nunca nos defraudó.

Cronkite fue el primer locutor al que se aplicó el título de  conductor (anchor en inglés), y llegó a identificarse tanto en ese papel que al paso del tiempo su nombre se convirtió en el sinónimo de ese puesto en otros idiomas. Por ejemplo, los presentadores suecos de noticias son conocidos como Kronkiters y en Holanda son llamados Cronkiters.

Fue un gran locutor y un caballero cuya experiencia, honestidad, profesionalismo y estilo definieron el papel de conductor y comentarista de noticias, dijo el director general de CBS Corp. Leslie Moonves, en un comunicado.

Su editorial de 1968 en el que declaró que Estados Unidos estaba  metido en un estancamiento en Vietnam fue considerado por algunos como un momento de cambio en la opinión estadounidense sobre la guerra. También ayudó a orquestar la invitación de 1977 que llevó al presidente egipcio Anwar Sadat a Jerusalén, un hito para el tratado de paz de Egipto con Israel.

Desde sus inicios como periodista cablegráfico y corresponsal de guerra, apreció la exactitud y la objetividad. Expresó opiniones liberales en los textos más recientes, pero dijo que siempre había tratado de ser imparcial y profesional en sus juicios emitidos en los noticiarios.