En tres cartas dirigidas al presidente Rafael Correa el año pasado, el contralmirante Fernando Zurita, ex presidente de Petroecuador; el vicealmirante Homero Arellano, ex comandante de la Marina; y Carlos Pareja Yanunzzelli, ex titular de la estatal, le alertaron sobre actos de corrupción en la estatal.

En la primera misiva, del 21 de mayo del 2008, Zurita destaca que aún hay prácticas irregulares de enriquecimiento ilícito y que no ha logrado expulsar al personal involucrado en ilícitos. “Es extremadamente difícil, pues han sido demasiado sagaces para esconder bien sus irregularidades; en repetidas ocasiones le había yo pedido que esperemos a la finalización de la reorganización en septiembre para que, por medio de eliminación de las plazas, poder sacarlos...”.

El contralmirante Zurita advierte en la carta que la licitación para subir la producción de los campos Auca, Culebra-Yulebra, Anaconda y Yuca se realizó al margen de la ley, por lo cual la declaró desierta.

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Además, alertó sobre la adjudicación del campo Armadillo al consorcio Gran Colombia, integrado por Vetra Group, Petro Tesing y Ecuavital (según Zurita, esta última es de José Dapelo, a quien el Presidente, en uno de sus enlaces sabatinos del año pasado, lo calificó como un “gánster”).

Para este contrato –sostiene Zurita– la Procuraduría había emitido un dictamen desfavorable, que fue “extraviado” en el Consejo de Administración de Petroecuador, ante lo cual el entonces ministro de Minas, Galo Chiriboga, solicitó la reconsideración y obtuvo un informe favorable, de acuerdo con Zurita, de manera irregular.

El 19 de mayo del 2008, Petroecuador aprobó la adjudicación de los campos Armadillo y Pungarayacu.

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Zurita presentó su renuncia enseguida y el 21 de mayo envió su carta al Mandatario. Allí agrega que el subsecretario de Hidrocarburos en esa fecha, Guillermo Granja, le pidió a su asesor César Ordóñez y a Francisco Castillo, funcionario de Petroproducción, que suscriban un informe técnico que certifique  que el campo Armadillo es marginal. “Les mencioné... que no firmen ese “estudio técnico”... y que esperasen la instalación del nuevo Presidente Ejecutivo”, precisa Zurita.

En la segunda carta, del 3 de junio del 2008, Homero Arellano le dijo a Correa que la salida de Zurita se debía a un complot y le advirtió de un ingreso excesivo de personal en Petroecuador. “Como le anticipé por teléfono, la salida del contralmirante Fernando Zurita fue el epílogo de un complot, organizado por grupos plenamente identificados por usted, que pretenden beneficiarse de contratos petroleros”, señala.

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Arellano también cita a José Dapelo como dueño de Ecoterm, a la que se le habría concesionado de manera irregular un sector de playa y bahía para una terminal de almacenamiento de derivados. “El grupo de Dapelo, su afecto Carlos Pareja, Rodolfo Barniol y otros, aupados por influencias en la Armada... actuaron en contra de mi gestión al frente de la Comandancia... hasta lograr mi salida”, sostiene Arellano.

En la tercera carta enviada al Primer Mandatario, del 19 de agosto del 2008, Carlos Pareja  también denunció irregularidades en la venta de 11 lotes de crudo Oriente (de 12.000 barriles diarios cada uno) a cinco empresas “supuestamente consumidores finales”.

Destacó que el valor de esos cargamentos equivalían a más de $ 5.000 millones en petróleo, “lo cual representa la venta más grande de todos los tiempos”.

Advirtió que en ese concurso se dejó fuera al 50% de empresas legalmente inscritas en Petroecuador.

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Apuntes: Acusaciones
Ofertas
Fernando Zurita, ex presidente de Petroecuador, denunció en su carta que Livio Espinosa, ex comandante de la Marina, es compadre del contralmirante Johnny Estupiñán,  quien  ofertó a Petroecuador servicios a través de la empresa ASP.

Favores
Según Homero Arellano, José Luis Zirit, ex delegado del  presidente en el Directorio de Petroecuador,  pidió favores a la empresa Pertamina, la estatal de Indonesia, de la cual habría sido abogado el ex ministro Galo Chiriboga.