La contrarreloj de mañana en Mónaco marcará para el estadounidense Lance Armstrong el final de una etapa de 1.441 días sin participar en el Tour de Francia, después su última presencia en 2005, cuando conquistó su séptimo título en la 'Grande Boucle'.
Durante estos años, el texano ha disfrutado de la libertad de un retirado, pero ha practicado deporte con regularidad. El anuncio de su regreso al pelotón profesional fue oficializado el pasado 24 de septiembre en Nueva York, en presencia del ex presidente estadounidense Bill Clinton.
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Desde su triunfo en el Tour de 2005, ha ocupado espacio en las revistas no sólo por su condición de leyenda del deporte, sino también por su cercanía personal a famosas como la cantante Sheryl Crow o la actriz Kate Hudson, antes de que Anna Hansen tuviera en junio el cuarto hijo del ciclista, Max.
A pesar de estar alejado de la competición de alto nivel, Armstrong no abandonó nunca su preparación física y llegó a disputar tres maratones (Nueva York en 2006 y 2007, Boston en 2008), pero no reapareció en el ciclismo hasta el pasado mes de agosto.
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Mientras el mundo centraba su mirada en los Juegos Olímpicos de Beijing, el poseedor del récord de títulos en el Tour de Francia participaba en la Leadville Trail 100, una prueba de bibicleta de montaña de siete horas, en las Montañas Rocosas. Quedó segundo, demostrando un buen nivel.
Otra de las actividades que ha ocupado bastante tiempo durante su parón profesional fue su trabajo con Livestrong, la fundación que creó en 1997, tras superar un cáncer. Además, como es habitual en deportistas retirados en Estados Unidos, participó en campañas publicitarias muy bien remuneradas.
Muchos le ven además con futuro en el campo de la política, posiblemente como gobernador de Texas. Aunque él no ha confirmado que contempla esa hipótesis, tampoco ha querido desmentirla.
Pero antes de ese posible puesto en los despachos, aún tiene por delante seguir en la carretera. Regresó a la competición en enero, en el Tour Down Under australiano y ahora llega uno de los momentos más esperados, con su presencia en el Tour, donde podría ampliar su plusmarca con un octavo título.