EFE
BOGOTÁ.- Antes que Manuel Zelaya, destituido como presidente de Honduras por el Parlamento, otros gobernantes de América Latina pasaron por lo mismo, el último Lucio Gutiérrez en Ecuador, pero no tuvieron el respaldo internacional del que goza el hondureño.
Los gobiernos de América Latina y organismos internacionales solo reconocen como "legítimo" jefe de Estado a Zelaya, a pesar de que Roberto Micheletti, hasta el domingo presidente del Congreso, fue nombrado presidente por sus pares del Legislativo y es quien gobierna de hecho el país.
Publicidad
Los socios de Zelaya en la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) se han declarado dispuestos a librar una "batalla continental", como dijo el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien sufrió un golpe de Estado en el 2002 que le apartó del poder 48 horas.
Zelaya también tiene de su parte al Gobierno de Estados Unidos y a la Unión Europea, así como a la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros organismos.
Publicidad
Los representantes de los países de la Unión Europea (UE) y la oficina de la Comisión Europea en Honduras han acordado no mantener contactos oficiales con Roberto Micheletti, indicó una fuente diplomática.
En Nueva York, donde la Asamblea General de la ONU inició ayer una reunión de urgencia para analizar la situación en Honduras, el presidente de ese órgano, el nicaragüense Miguel D'Escoto, pidió a los países participantes actuar para que "este acto infame en Honduras termine en fracaso absoluto".
Nada de esto ocurrió cuando en el 2005, a Gutiérrez, que estaba jaqueado por unas protestas populares cada vez más numerosas, fue destituido por el Congreso, que le acusó de haber abandonado sus funciones, pese a estar en el Palacio presidencial.
El vicepresidente Alfredo Palacio, que estaba enfrentado con Gutiérrez, asumió la Presidencia y el destituido, sin apoyo ni presión internacional, buscó refugio en Brasil y cuando meses después regresó a Ecuador fue a la cárcel.
En 1997, antes de que Gutiérrez llegase a la Presidencia, el Congreso destituyó a Abdalá Bucaram, al que acusó de "incapacidad mental para gobernar", y el entonces titular del poder legislativo, Fabián Alarcón, asumió la presidencia.
La vicepresidenta de Bucaram, Rosalía Arteaga, invocó la Constitución y se autoproclamó presidenta, pero finalmente se impuso el nombramiento de Alarcón.
"Qué lástima que en mi época no existía la unidad de naciones que existe ahora para proteger los gobiernos elegidos por el pueblo. Rindo honor a Panamá, Argentina y Perú que fueron los únicos países que protestaron por el golpe en mi contra", subrayó Bucaram desde Panamá, donde está asilado desde 1997.
Renunciaron o huyeron
En la lista de presidentes elegidos en las urnas, que tuvieron que dejar el poder en los últimos años, los que más abundan son los que renunciaron o huyeron desbordados por protestas populares. Fernando de la Rúa en Argentina, Raúl Cubas en Paraguay, Jamil Mahuad en Ecuador y Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia son algunos de ellos.