Junto a los marroquíes, debido principalmente, a que su actividad estaba centrada en la construcción, subraya un informe difundido este martes.
La secretaria de Estado española de Inmigración, Consuelo Rumí, presentó hoy en Madrid el informe "Inmigración y mercado de trabajo" que, elaborado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, analiza la situación del mercado de trabajo español en 2008, el contexto de la crisis económica y cómo está afectando a la población inmigrante que reside en España.
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Aunque el flujo migratorio no se ha detenido por la crisis, el sociólogo Miguel Pajares, autor del informe, y Rumí explicaron que en 2008 se registró un descenso en la entrada de inmigrantes en España y "cierto incremento" del retorno a sus países de origen.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en el 2008 hubo un 38% menos de inmigración que el año anterior.
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El desempleo afecta más a los marroquíes, con un aumento en 2008 en 68.765 personas y cuya tasa se situó en el 35%, 14 puntos por encima de la media de la población extranjera.
De los latinoamericanos, destaca el incremento del desempleo entre los ecuatorianos. En su caso, los 59.000 nuevos desocupados se deben no sólo al incremento de su población activa, sino también al descenso de más de 25.000 desempleados en el 2008.
Al colectivo ecuatoriano, le sigue el colombiano (con 37.435 nuevos desempleados), el boliviano (22.876), el argentino (10.709), el dominicano (4.385) y el peruano (2.912).
Cabe destacar que el incremento del desempleo de los latinoamericanos se dio en 2008 sin que se hubiese iniciado en 2007, a diferencia de lo que ocurría con los marroquíes y los rumanos.
Los rumanos también suponen un número alto de nuevos desempleados en 2008, pero con la particularidad de que son el único grupo que crece de forma significativa en número de trabajadores.
El sector de la construcción fue el que generó mayor pérdida de ocupación y de afiliación a la Seguridad Social española, un sector al que se dedican una mayoría de trabajadores inmigrantes.
En cuanto al retorno de inmigrantes a sus países, Rumí y Pajares afirmaron que ya se producía antes de la crisis económica, si bien ha aumentado en los últimos tiempos.
Según las últimas cifras facilitadas el lunes por el Ministerio español de Trabajo e Inmigración, 5.099 trabajadores no comunitarios desempleados solicitaron, hasta el pasado 3 de junio, acogerse al plan de retorno voluntario puesto en marcha por el Gobierno español, siendo ecuatorianos, colombianos y argentinos las nacionalidades con un mayor número de expedientes tramitados.
Según destacó la secretaria de Estado española, el retorno es una opción voluntaria para los inmigrantes "pero no es un mecanismo para resolver la crisis económica".
El informe "Inmigración y mercado de trabajo" también habla de la movilidad laboral de los trabajadores inmigrantes, cuya tasa aumentó y que tiene efectos positivos contra la crisis, y de la importancia de impulsar la "recolocación" de los desempleados.
El documento resalta la lucha contra la xenofobia como un objetivo prioritario en el actual contexto de crisis.
"La estigmatización de los inmigrantes como culpables de la crisis crece en todos los países receptores de inmigrantes", advirtió Pajares.
Por ello, Rumí señaló que el Gobierno español "no bajará la guardia" ante el riesgo de que puedan surgir actitudes racistas y xenófobas.