Según la Dirección de Inteligencia de la Policía de Colombia, Ecuador se convirtió en un “centro de despliegue estratégico de las FARC, para la ubicación de sus cabecillas y su abastecimiento logístico”.

Un informe titulado Síntesis de inteligencia operacional, elaborado el 1 de octubre del 2004  por esa dependencia, señala a Rodrigo Granda Escobar, alias Ricardo González o el Canciller de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como el cabecilla de una red de lavado de activos y testaferrismo que era manejada desde Quito y operaba en Colombia, Ecuador y Panamá.

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Esta red fue descubierta en la operación colombiana Mano de Hierro 3, cuya estructura incluía a diez testaferros, entre ellos hijos, primos y parientes políticos de Granda Escobar.

Entre sus propiedades constan 16 bienes inmuebles, 4 empresas, 2 fincas ganaderas y 9 cuentas bancarias en los tres países, mediante las cuales sustentaba a toda la red de miembros y colaboradores de la guerrilla en el cono sur.

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La Policía reveló en su informe que solo en septiembre del 2004, Granda habría girado $ 8 millones a otros miembros de la Comisión Internacional del grupo armado, desplegados en Brasil, Chile y Argentina.

Según el documento, Rodrigo Granda y el Cura Camilo habrían creado la empresa Transportes Especiales Argas Ltda., domiciliada en Medellín.

Entre los diez testaferros destaca su hermano Rubén Darío Granda, propietario de dos fincas ganaderas en Cundinamarca y Nariño, Colombia.

La esposa de Granda, Yamilé Restrepo Londoño, y sus hijas, Mónica y Diana Granda Restrepo, figuran como dueñas de la empresa Inversiones Granda Restrepo, dedicada a la importación de piedras preciosas.

Miembros de inteligencia colombiana en sus seguimientos descubrieron que el líder insurgente había adquirido directamente o a través de testaferros 16 casas y departamentos en Colombia y Ecuador.

Además, Granda y su hermano Rubén Darío eran titulares de nueve cuentas bancarias en los dos países mencionados y Panamá.

Los informes policiales están en manos de la Fiscalía de Colombia, en donde fueron judicializados y sustentan investigaciones sobre la ubicación y actividades de miembros y colaboradores de las FARC dentro y fuera de Colombia.

Al mismo tiempo, la Policía ecuatoriana seguía los pasos de Ricardo  Palmera, alias Simón Trinidad; luego de su captura, el 2 de enero del 2004 en Quito, fue extraditado a EE.UU. y condenado a 60 años de prisión.

Rodrigo Granda fue apresado el 13 de diciembre del 2004 en Cúcuta-Venezuela, pero liberado gracias a un acuerdo de canje de guerrilleros por rehenes de las FARC. Inteligencia colombiana afirma que luego de permanecer varios meses en la selva colombiana se radicó en Venezuela hasta la actualidad.

Según la Policía Nacional, a raíz de la captura de Trinidad y Granda, las FARC disminuyeron sus actividades en Ecuador, aunque no por mucho tiempo, pues en ese mismo año se evidenció una reactivación de sus operaciones con el regreso de Nubia Calderón, alias Esperanza, quien habría tomado la posta de Granda en el manejo de las relaciones internacionales del grupo armado.

Calderón aparece en varias fotografías junto con la ex asambleísta María Augusta Calle y la hija de Raúl Reyes, Lida Carmenza Devia Collazos.

En los computadores de Raúl Reyes encontrados en Angostura, el pasado 1 de marzo del 2008, había documentos tipo e-mails con fecha del 25 de diciembre del 2004 en los que Reyes señala:  “... Están consiguiendo información sobres los responsables de la captura de Ricardo, guardando archivos y poniendo a salvo algunos bienes. Otra hija de Ricardo, casada con un ecuatoriano, vive en este país.  El riesgo serio es con los bienes que figuran a nombre de Ricardo en Ecuador, El Salvador y Panamá. Estamos indagando con cuáles documentos fue capturado y con qué documentos figuran los bienes, porque los nombres propios están identificados por la inteligencia. Existen otras propiedades a nombre de uno de sus hermanos, que también tienen riesgos...”.