Las semillas son sinónimo de vida, pues no solo sirven para alimento sino también son fuente de salud y en muchos casos de ingreso económico para las familias. Mediante esa premisa se realizó ayer en esta ciudad el encuentro de intercambio de semillas y saberes.

El evento fue organizado por el Movimiento Indígena de Cotopaxi y organizaciones de Tungurahua, Cotopaxi y Chimborazo con el objetivo de rescatar la diversidad de semillas y mejorar la alimentación de las familias.

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Las semillas fueron exhibidas por cerca de treinta comunidades, entre las que se intercambiaron sus productos y se explicó el manejo en cada comunidad del calendario agrícola, además de las condiciones de cultivo y cosecha.

Fausto Sanaguano, coordinador de la fundación Heifer Sierra Centro, entidad que coordinó el encuentro, explicó que las mismas semillas que alimentaron a los abuelos permitieron que ellos vivan hasta cien años lo que ya no sucede, pues la gente reemplazó la comida natural por los químicos.

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En el auditorio del Movimiento Indígena de Cotopaxi, cada organización ubicó sus semillas para exponerlas. En los sitios asignados se exhibió gran variedad de productos andinos como papa, mashua, ocas, maíz, fréjol, habas, jícamas, entre otros, que sirvieron para intercambiarse entre comunidades y dar a conocer sus bondades nutricionales y para la salud.

Una charla trató sobre el cambio de hábitos alimenticios. Doris Guilcamaygua, representante de las organizaciones indígenas, dijo que “lamentablemente ahora se consume fideo y gaseosa sin saber que no son alimentos tan nutritivos como las papas, chochos o habas, por ello se espera concienciar a los comuneros para que vuelvan a sembrar sus tierras con verdaderos alimentos”.

El lema del encuentro fue ‘Intercambiemos sabores y saberes’, que permitió que los asistentes no solo obtengan nuevas semillas sino también compartan conocimientos ancestrales como el cuidado según la fase de la Luna a la hora de sembrar o cosechar.

Generaciones
María Yamor Vimos, de la comunidad Santa Cruz, de Guamote, en Chimborazo, llevó para intercambiar oca blanca, melloco caramelo y mashua, que según dijo, vienen de generación en generación, pues recuerda que su abuelo le enseñó a cuidarlas.

Ella intercambió sus semillas por zapallo mashua de la comunidad de Ashuyay, no sin antes destacar que su abuelo, ahora de 99 años, posee una buena salud gracias a su alimentación.

Asimismo, de la Unión de Organizaciones Indígenas y Campesinas del Norte de Cotopaxi, (Unocanc) llevaron semillas de papa manuela, papa chaucha amarilla y mashua, que intercambiaron con papas de variedades que se producen en Tungurahua y Chimborazo.

Todos coincidieron que para tener una buena salud y estar bien alimentados hay que retomar el cultivo de productos en las comunidades.

Este grupo también busca que durante el debate de la soberanía alimentaria, en la Asamblea, se deje fuera a las semillas transgénicas y se impulse el cuidado de las semillas que ya existen en el Ecuador y son naturales.

Apuntes: Feria
Jícama
Entre los productos estaba la jícama. Según explicaron los comuneros, este tubérculo es un remedio natural para la gastritis.

Menores
Los organizadores pidieron a los asistentes promover el consumo de estos productos especialmente en los niños.