Ayer, la quiteña Elena Burbano lloró nuevamente en la Audiencia Provincial de Madrid como lo hiciera meses atrás cuando sobre su hijo, Juan Carlos Morán, integrante de los Latin King, recayó una pena de 17 años de cárcel por la muerte, en septiembre del 2005, del ciudadano ecuatoriano Wilson Fernando Ríos.
En esta ocasión la nueva víctima es Jimmy Junior Ureña, dominicano de 18 años. Sus agresores, en venganza a un ataque previo, planificaron una emboscada a un grupo de Ñetas, la banda rival.
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Contaban con un ejército de 40 miembros que armados con cuchillos y palos se juntaron para cazar a su enemigo en la madrileña Plaza de la Reverencia, y asestarle 18 puñaladas, matándolo en el acto.
Joffre Game (alias Polaco), Fabián Quezada (Fabika), Romel Pinto (King Jordan), Daniel Fernández (Flo), Elwis Pino (Paúl), Carlos Yépez (Carloco), Luis Alcides (Fénix) y Juan Carlos Morán (King Cata) deberán cumplir una condena de 17 años.
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Los cuatro primeros y Fernando Tupíz están, además, acusados de asociación ilícita por pertenencia a los Latin Kings, delito sancionado con un año y siete meses de privación de libertad. Fueron absueltos Leonel Loor, Darío Cachipuendo y Carlos Rubio, y se ordenó una indemnización de 115.000 euros (149.500 dólares) a la madre de la víctima, Jacqueline del Villar.
Por tercera ocasión, el Tribunal ordenó la disolución de la banda, bautizada como Sagrada Tribu America Spain.
Hace dos años, 19 menores se sentaron en el banquillo de los acusados para responder por la muerte del joven dominicano. Según reza la sentencia fechada el 27 de septiembre del 2006, cinco de ellos (tres ecuatorianos, un peruano y un dominicano) fueron declarados coautores responsables de un asesinato y de pertenencia a asociación ilícita. La condena fue de cuatro años de internamiento en régimen cerrado.