Las amenazas del presidente venezolano Hugo Chávez hacia la televisora Globovisión “hay que tomarlas en serio” porque “existe un riesgo de cierre”, aseguró ayer el director del canal, Alberto Federico Ravell.
Globovisión tiene tres procesos ante el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). El último luego de que Caracas sufriera un terremoto de 5,4 grados Richter y no esperara que funcionarios del gobierno confirmen el sismo.
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Ravell se presentó la madrugada del 4 de mayo para dar detalles sobre el temblor usando como fuente un reporte del Servicio Geológico de EE.UU., ante la falta de información oficial y cuestionó la lentitud del Ejecutivo en informar sobre el hecho, comentario que irritó a altos funcionarios del gobierno.
“Es la primera vez que un presidente ordena sancionar a un medio por informar primero. Yo hablé porque soy periodista, porque era mi deber y porque se trataba de una información precisa, veraz y oportuna”, aseguró.
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El domingo, Chávez acusó a los medios privados locales de “incitar al odio” y “manipular” sus informaciones y recordó que el Estado puede renovar sus licencias para transmitir. Sin decir su nombre, se refirió al director de Globovisión llamándolo “loco con un cañón”.
“Sabemos que somos una especie de piedrita en el zapato de Chávez y del gobierno porque somos el único canal con señal en abierto que dice verdades”, refutó Ravell, quien casi dos años después de la no renovación de licencia de la televisora privada RCTV, advirtió de las consecuencias del “cierre” de otro medio de comunicación privado en la alta popularidad del presidente.
Resaltó que “Globovisión es una especie de trofeo gracias al cual Chávez presumía de que en Venezuela había libertad de expresión”, advirtió. Ayer el gobierno inició inspecciones a radios y televisoras.
Por su parte, el opositor alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, afirmó ayer junto a otros líderes opositores que “la sociedad democrática se declara en estado de alerta en defensa de la libertad de expresión”.
“A Chávez le molesta que los medios privados informen realidades muy negativas, como los 278 homicidios en la última semana en el país, la corrupción del gobierno, el robo de la caja de ahorros de Pdvsa, el deterioro de los servicios públicos, el desempleo, la falta de viviendas o la inflación, pretendiendo que “es un ardid de los medios”.
Mientras, el presidente de EE.UU., Barack Obama, incluiría en el presupuesto del 2010, transmisiones televisivas hacia Venezuela para suplir la eliminación de medios de comunicación independientes, en forma similar como ocurre con Radio Martí y TV Martí que se transmiten hacia Cuba.