Unas mil personas, agrupadas ante una pantalla gigante en la céntrica Plaza de Cataluña de Barcelona, con la intención de festejar el título en las Ramblas, como es tradición, marcharon con decepción y tristeza ayer tras el empate del Barcelona (3-3).
El equipo azulgrana debía imponerse al Villarreal, a falta de tres fechas para terminar la liga, si quería alzarse con el título y festejarlo en un abarrotado Camp Nou.
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El equipo de Pep Guardiola iba ganando 3-2 hasta que en el descuento, el equipo que entrena el chileno Manuel Pellegrini –y que lucha por clasificarse para las competiciones europeas– empató el partido, echando por tierra los festejos previstos.
En el Camp Nou, la afición comenzó la fiesta a los 12 minutos cuando Keita se fue en velocidad para mandar un misil directo a las mallas.
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A pesar de que Llorente logró igualar a los 22m para Villarreal, la grada siguió confiando en el equipo y a los 36 Eto’o no defraudó y marcó su gol número 28 confirmándose como el máximo cañonero de la liga española.
Desde minutos antes del intermedio, con el gol del zaguero Alves (45m), todo el estadio festejaba el título, nada hacía presagiar que con el penal convertido (78m) por el chileno Matías Fernández y la expulsión del francés Eric Abidal, el Villarreal lograse remontar.
EL GOL DE LLORENTE
Entonces, Llorente se revolvió en el área y, frente al capitán Carles Puyol, empalmó un disparo que acabó en las mallas y dio al traste con la celebración de los azulgranas (a los 90m+2).
El Barça tendrá ahora que esperar al próximo domingo, cuando visite al Mallorca, para lograr una Liga, que la derrota del Real Madrid el sábado pasado ante el Valencia 3-0 parecía haberle puesto en bandeja.