El tren llegó cargado de esperanza para los pobladores de este cantón. Ellos apuestan al desarrollo turístico y social con la reactivación del ferrocarril que se dio el pasado 19 de abril.
El añejo sonido de los pitos y los rieles volvieron a ser parte de la vida de El Tambo, tal como ocurrió en 1932 cuando por primera vez la locomotora transitó por esta tierra.
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Debido a los derrumbes en los más de 30 kilómetros de línea férrea y la falta de presupuesto para el mantenimiento el servicio dejó de operar durante la presidencia de Sixto Durán-Ballén, según César Bernal, de 89 años, uno de los cuatro trabajadores ferroviarios que aún viven en El Tambo.
Sin embargo, ahora con la reconstrucción de 3 kilómetros de la línea férrea, la rehabilitación de la estación de ferrocarril, la restauración del antiguo hotel Nissa y la construcción de la Plaza de las Artes han hecho de El Tambo un destino más para el turismo de Cañar.
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Si bien en el barrio La Estación, donde llegaba el tren, aún sigue con ese nombre, actualmente ya no están los hoteles, posadas, tiendas y restaurantes que se crearon a su alrededor.
Pero ese ambiente ahora se suple con un paquete turístico que incluye el recorrido en tren hasta el sector de Coyoctor, una cabalgata de 4 kilómetros hasta Ingapirca, donde se encuentra el Complejo Arqueológico Castillo del Sol y concluye con una ruta gastronómica.
En Coyoctor, los visitantes pueden observar construcciones de la civilización cañari, luego conquistada por los incas y donde existen cimientos de casas ancestrales y rocas como pailas por donde corre el agua que baja del cerro Yanacauri.
La historia cuenta que allí existía un balneario donde los caciques y sus familias realizaban rituales para la renovación de energía y festividades vinculadas con el agro. Además, hay un sector que fue destinado a la adoración del Sol y la Luna.
Allí funciona ahora el Centro de Interpretación Turística y se recuperó un herbario con muestras de plantas endémicas, acompañadas con su nomenclatura y utilidad medicinal.
Silvia Sigüenza, directora de Turismo y Cultura de la Municipalidad de El Tambo, explica que la alimentación y medicina cañari son prácticas ancestrales que mantiene la población.
El alcalde de El Tambo, Rafael Ortiz, indica que en esta obra turística y social se invirtió más de un millón de dólares.
“Es importante para la región porque dinamizará la economía”, agrega al tiempo que sostiene que tienen una campaña para la difusión de la ruta.
Actualmente los tures se realizan de acuerdo al movimiento turístico, pero cuando ya haya un flujo mayor de visitantes se establecerán horarios en los recorridos del tren.
Costo
Los paseos se dan por el momento los fines de semana y duran una hora. El paseo en tren cuesta $ 5 e incluyen la visita al museo y ruinas de Coyoctor y un refrigerio.
Cómo llegar
Para llegar a El Tambo el pasaje desde Cuenca vale $ 3.
Obra
La idea de la reactivación del tren nació del alcalde Rafael Ortiz y contó con el apoyo del Ministerio de Turismo, Instituto Nacional de Patrimonio Cultural y la Fundación Sureal de Cuenca.
