El otro día vi que en mi cuenta de la tarjeta de crédito me habían cobrado por “cargos de capital”, por lo que me acerqué a sus oficinas a averiguar sobre esa cuestión.
Debía 601 dólares el mes anterior y pagué 555 dólares (mucho mayor que el mínimo a pagar), quedando una deuda pendiente de 46 dólares.
Creí, aplicando la lógica más elemental y el sentido común, que al mes siguiente pagaría un recargo por los intereses de esa pequeña deuda.
Pero cuál fue mi sorpresa que descubro que me cobraron intereses por los 601 dólares, y no solamente por los 46 dólares pendientes.
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Es decir que si se deben 1.000 dólares y se cancela 999,99 dólares, por ese centavo de deuda se pagarán intereses de esos 1.000 dólares.
Esto realmente me parece algo absurdo e irracional.
El Presidente de la República dijo que se iban a terminar estos abusos de la banca, e incluso porque en carne propia él los sufrió.
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¿Qué pasó entonces?
Édgar López Chávez,
Guayaquil.