El Chelsea condenó cualquier amenaza que haya recibido el árbitro Tom Henning Ovrebo tras el partido que dirigió ayer entre el equipo de Londres y el Barcelona español, por las semifinales de la Liga de Campeones del fútbol europeo.
Según los medios locales, el juez noruego recibió amenazas de muerte a través de internet y tuvo que ser sacado del país con escolta policial, después de que se le aconsejara cambiar de hotel.
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"Luego de las noticias en los medios afirmando que se habían realizado amenazas contra el árbitro del partido de anoche, el Chelsea Football Club quiere dejar claro que condena cualquier forma de amenaza contra jugadores, autoridades o aficionados", informó el equipo en un comunicado.
"De recibir las pruebas debidas, el Chelsea tomará la acción más drástica contra cualquier abonado o miembro del club que haya participado en esta actividad", añadió.
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El club aseguró que todos los relacionados con el Chelsea están muy decepcionados por lo ocurrido.
"Sin embargo, nos gustaría destacar que no hemos recibido pruebas de que los aficionados del Chelsea estén implicados en ninguna de las amenazas de muerte de las que se ha informado", precisó el texto.
"Como resultado de estas noticias, también nos hemos puesto en contacto con la policía, que de igual modo, no había recibido ninguna denuncia", expresó el club.
Los aficionados del Chelsea se enfadaron porque Ovrebo no les concedió un tiro penal durante el empate 1-1 en Stamford Bridge, que envió al Barcelona a la final del torneo gracias a la norma de los goles fuera de casa.
Varios jugadores, en especial Didier Drogba, discutieron acaloradamente con el árbitro tras el empate, sellado con el tanto de Andrés Iniesta en los descuentos.
En tanto, la policía vigila el domicilio del árbitro en Noruega, en donde no se recibió ninguna amenaza contra el árbitro, dijo la fuerza.
Pero se decidió enviar una patrulla a la residencia para mantener la calma en un período de "intenso interés mediático", dijo la policía.
"Debido al interés mediático en el aeropuerto (de Oslo), el árbitro fue escoltado a su hogar por la policía. También hay una patrulla allí. No han habido amenazas, pero si sucede algo estamos preparados", dijo el portavoz policial Joern Jorgensen.