Un automóvil enfiló a velocidad hacia un autobús descubierto en que viajaban la reina holandesa Beatriz, el príncipe heredero Willem-Alexander y su esposa de origen argentino, princesa Máxima, durante un desfile, y embistió a varios espectadores.
Cuatro personas murieron y otras 13 se encuentran heridas.
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El pequeño automóvil negro pareció dirigirse a velocidad hacia el autobús real, del que pasó a pocos metros antes de embestir un monumento de piedra.
Se vio que algunas personas volaban por el aire después que el vehículo atravesó verjas instaladas por la policía, detrás de las cuales había una multitud para presenciar el paso de la enormemente popular familia real camino del palacio de Het Loo, en la fiesta nacional del Día de la Reina.
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No estaba en claro cómo el automóvil entró en la zona del desfile, que la policía había acordonado horas antes.
La policía extrajo a un hombre del vehículo y lo depositó en una ambulancia. Otros agentes prestaron primeros auxilios a los espectadores heridos antes de ser conducidos a un hospital.
Poco después del incidente, los investigadores y un perro de policía examinaron el vehículo en busca de explosivos, y después cortaron el techo para profundizar la inspección.
Las imágenes televisivas mostraron cuando el príncipe y su esposa se paraban de sus asientos en la plataforma del autobús descubierto y miraban asombrados. Máxima se tapó la boca con la mano con un gesto de horror.
El autobús no fue alcanzado y nadie de la comitiva real resultó herido.