En un club que tuvo en sus filas a extraordinarios jugadores como Marino Alcívar, Moscovita Álvarez, Chompi Henríquez, José Vicente Balseca o Daniel Pinto, elegir un símbolo que identifique la idolatría y la leyenda de su camiseta gloriosa podría ser complicado, si no fuera porque con la divisa eléctrica apareció, a fines de la década del cincuenta, el incomparable y único Jorge Bolaños.