La justicia peruana condenó este martes a 25 años de cárcel al ex presidente Alberto Fujimori por la muerte de 25 personas durante su gobierno en la década de los noventa, en un fallo histórico que marcaría un precedente para casos de abusos a los derechos humanos en todo el mundo.
Los fiscales habían solicitado la misma pena de prisión para Fujimori por los cargos de lesiones graves, homicidio calificado y secuestro bajo la modalidad de "autor mediato" o de ejercer el "dominio" sobre el escuadrón militar que ultimó a las víctimas por supuestamente ser guerrilleros.
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Fujimori, de 70 años, ha negado las acusaciones y su defensa había adelantado que apelaría cualquier fallo condenatorio.
"Los cuatro cargos objeto de imputación se encuentran probados, más allá de toda duda razonable, por consiguiente la sentencia que se emite es condenatoria", dijo el juez.
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Los cargos por los que es juzgado el ex mandatario son la de ser autor intelectual de la matanza del distrito limeño de Barrios Altos en 1991, donde murieron 15 personas, y de la matanza en la Universidad de La Cantuta en 1992.
Igualmente por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti, corresponsal por entonces del diario español El País, y del empresario Samuel Dyer.
De antemano el abogado defensor de Fujimori, César Nakazaki, había señalado que en caso de que su cliente fuera condenado, apelaría la decisión.
Si finalmente cumple con, esto será un tribunal de cinco jueces de la Corte Suprema los encargados de ver esa apelación.
Seguridad extrema
Mil agentes acordonaron desde las primeras horas de hoy las inmediaciones del recinto policial en Lima, donde Fujimori escuchará su sentencia acusado de las matanzas de 25 personas durante su Gobierno.
La policía sólo dejaba ingresar a familiares de las víctimas de abusos a los derechos humanos y del ex mandatario a poco tiempo de que el tribunal emita un histórico fallo, que pondrá fin a un proceso judicial que duró 16 meses.
También ingresaron periodistas locales y extranjeros, algunos de ellos de la prensa japonesa interesada por el caso de Fujimori, que vivió 5 años en Tokio después de su destitución como presidente en el 2000 por un escándalo de corrupción.
A la sala judicial también entraron observadores internacionales de
Amnistía Internacional, de la Oficina en Washington para Asuntos
Latinoamericanos y de la organización internacional Human Rights Watch.
Simpatizantes
Congresistas de la bancada fujimorista llegaron hasta la base para poder escuchar la sentencia. La hija del ex mandatario peruano, Keiko Fujimori, que posiblemente se postule como candidata presidencial para las elecciones del 2011, llegó también al lugar y pidió calma a la población.
Keiko Fujimori indicó que luego de la sentencia darán una conferencia de prensa para determinar las medidas que el partido tomará, reportó Frecuencia Latina en Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil).
A unos 200 metros de la sede policial, detras de una reja metálica,
decenas de partidarios de Fujimori -la mayoría de ellos vestidos con chalecos
color naranja- cantaban y daban vivas al ex Jefe de Estado:
"!Chino, chino, chino!".