Un terremoto de magnitud 6,2 en el centro montañoso de Italia derrumbó miles de edificios de históricas ciudades a las 03:32 de ayer, mientras dormían los residentes, causando más de 150 muertes, en el terremoto más letal en casi tres décadas en el país.

El epicentro se encuentra cerca de la ciudad medieval de L’Aquila, enclavada en los Apeninos y capital de la región de Abruzzo, zona propensa a actividad sísmica y que había sido remecida por al menos nueve temblores de menor magnitud desde el comienzo de abril.

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Las ambulancias recorrían las calles de L’Aquila mientras los bomberos, con sabuesos y una grúa, trabajaban a marchas forzadas para rescatar a la gente atrapada entre los escombros.

Heridos rescatados
Anoche los bomberos reportaron el rescate de una mujer de 21 años y de un hombre de 22, ambos italianos, de lo que era un edificio de apartamentos donde estudiantes alquilaban pisos, cinco de los cuales se derrumbaron.

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El terremoto causó además severos destrozos en el patrimonio arquitectónico de la ciudad. L’Aquila fue construida como un bastión en las montañas durante la Edad Media y tiene muchas construcciones románicas, góticas y renacentistas.

Algunos castillos e iglesias construidos hace siglos se derrumbaron en muchas aldeas aisladas en la zona y además hubo daños a distintos monumentos incluso en Roma, donde aparecieron fisuras en los baños termales construidos en el siglo III por el emperador Caracalla, dijo Giuseppe Proietti, funcionario del Ministerio de Cultura.

Hace 28 años
Se trata del terremoto con más cantidad de víctimas fatales en Italia desde el 23 de noviembre de 1980, cuando un sismo de magnitud 6,9 sacudió las regiones del sur del país, demoliendo villas y matando a 2.735 personas.

El primer ministro Silvio Berlusconi declaró el estado de emergencia que permite la entrega de fondos federales para atender el desastre.

El papa Benedicto XVI manifestó su dolor por las víctimas y “en particular por los niños”.

Desde Turquía, el presidente estadounidense Barack Obama presentó su pésame, al igual que el presidente francés Nicolas Sarkozy, el ruso Dimitri Medvedev y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, también se solidarizó con las víctimas del terremoto y envió “un abrazo” a la comunidad ecuatoriana que vive en ese país, “que es muy grande”.

Abruzzo es una región que después de varios años de crisis económica estaba viviendo una positiva estabilidad y por esa razón la población inmigrante había crecido al punto de contar con 60 mil extranjeros, el 4,5% de su población.

Se desconoce sobre víctimas ecuatorianas
Sin embargo, hasta la noche de ayer no se conocía oficialmente de víctimas o sobrevivientes de inmigrantes ecuatorianos, pero se estima que inevitablemente la tragedia toca a varios centenares de extranjeros provenientes de Europa del este, como macedonios, rumanos, moldavos y hasta africanos que trabajaban en esta zona en el sector de la construcción, comercio, industria, como empleados de hotel y que se han asentado en los centros históricos de Poggio Picenze, Paganica, San Gregorio y Petogna, que serían las localidades más devastadas por el sismo.

Tres sacerdotes colombianos resultaron con heridas leves.

Semanas antes del desastre, un científico italiano, Gioacchino Giuliani, afirmó que un sismo de gran magnitud ocurriría en L’Aquila, sin determinar fecha, basado en concentraciones de gas en áreas sísmicas activas, pero fue obligado a retirar sus investigaciones de internet y denunciado por “causar alarma”.

Cifras
SALDO DE LA TRAGEDIA

1.500
heridos era el saldo provisional del terremoto.

100.000
personas se quedaron sin vivienda debido al sismo.

15.000
edificios fueron dañados o destruidos.

60
personas fueron rescatadas de entre los escombros.

200
réplicas de poca importancia siguieron al terremoto.