Muchísimos voceros del Gobierno han expresado que el Ecuador debería contar con su propia moneda, y no como comentarios académicos esporádicos sino como campaña ideológica constante para encontrar apoyo en la población.
La propuesta no quedó solo en las palabras. A fines del año pasado, en el III Encuentro del ALBA, los mandatarios de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Honduras y una delegación de Cuba, aprobaron la propuesta del presidente Rafael Correa de crear de inmediato el sucre, que –según palabras de Hugo Chávez– no será solo un sistema de compensación sino que incluirá una nueva moneda, que entrará en circulación en poco tiempo, para lo cual se conformaron comisiones técnicas que comenzarían a trabajar de inmediato.
¿Cómo puede extrañarse entonces el Gobierno de todos los rumores, verdaderos y falsos que circulan sobre esta materia? Han hecho bien las autoridades en desvirtuar algunas de esas preocupaciones, pero si se trata de encontrar a los que crearon el clima apropiado para el rumor, se debería comenzar por casa.