Casi 16 años después de la traumática intervención de Banesto, el Banco de España decidió este fin de semana tomar las riendas de Caja Castilla La Mancha y sustituir a su consejo de administración.
Un portavoz del Gobierno dijo a Reuters que el consejo de ministros se reunirá el domingo por la tarde con carácter extraordinario para aprobar un Real Decreto que autorizará la inyección de fondos en la caja por parte del banco central.
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"El consejo de la tarde es para aprobar un Decreto que autoriza garantías derivadas de la financiación que puede otorgar el Banco de España a favor de la caja Castilla La Mancha", dijo el portavoz tras explicar que la reunión se celebrará a las seis de la tarde (17h00 GMT), con una rueda de prensa posterior.
"Este Decreto Ley tiene causa en el acuerdo del Banco de España del 28 de marzo por el que se decide sustituir al consejo de administración de la Caja Castilla La Mancha (CCM) e inyectar una cantidad de dinero a esta entidad", añadió.
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En tanto, directivos del Banco de España mantenían un encuentro de urgencia con el presidente de la caja castellano-manchega, según confirmó horas antes un portavoz de la entidad.
En un contexto de morosidad creciente por la crisis, CCM acordó un proceso de fusión con Unicaja y la operación estaba siendo objeto de un estudio en profundidad, en medio de insistentes comentarios de que la situación de la caja castellana podría hacer necesario el uso del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
Según diversos analistas, el acuerdo de fusión entre Unicaja y CCM podría haber sido el desencadenante de un proceso en el que determinadas cajas en mejor situación absorberían a otras más debilitadas.
La caja castellano-manchega lleva meses en el punto de mira de los analistas y de parte del mercado por contar con una tasa alta de morosidad y una gran exposición al dañado negocio promotor e inmobiliario.
La caja cerró el 2008 con una tasa de morosidad que fuentes próximas a la caja cifran en torno al cinco por ciento. Su beneficio neto consolidado bajó un 87 por ciento en el año hasta 30,6 millones de euros.
El Gobierno español ha dicho en repetidas ocasiones que el FGD -contribuido por las propias entidades y con fondos de unos 7.200 millones de euros - sería el primer recurso para ayudar a entidades con problemas.
Si ese dinero fuese insuficiente, podrían estudiarse entonces posibles ayudas estatales.
Hasta el momento, a diferencia de lo ocurrido en otros países europeos, España no ha acudido al rescate de ninguna entidad bancaria.