Pequeños e inolvidables regalos del fútbol. Iban 88 minutos 15 segundos del sanguíneo choque Atlético de Madrid-Barcelona (estaban 3 a 3) cuando el zurdazo de Sergio Agüero atravesó el arco de Víctor Valdés y el corazón de los hinchas barceloneses. Los perforó. La familia entera estalló en el living de casa como hizo erupción el estadio Manzanares, bañando de una acaramelada lava feliz a todo Madrid (a los del Atlético por el triunfazo, a los del Real porque quedaron a sólo 4 puntos del Barsa líder luego de estar desahuciados).