Una iraní que vive en España y que quedó desfigurada y ciega cuando un hombre al que rechazó le lanzó ácido a la cara expresó su “alivio” porque la justicia iraní le permitirá aplicarle la pena del talión a su agresor.
Ameneh Bahrami, de 30 años, reside en Barcelona, España, donde fue tratada por el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de esa ciudad, y concedió una serie de entrevistas, un mes después de conocer la sentencia contra su agresor.
Publicidad
“La persona que me ha hecho esto merece pasar por el mismo sufrimiento. Solo así entenderá mi dolor”, declaró al diario español ABC.
Explicó que sintió “alivio” al conocer la sentencia y que su intención “es aplicarla no solo por venganza sino para que ninguna chica pase por esto”.
Publicidad
El agresor “será anestesiado y no sufrirá dolor. No se le desfigurará el rostro, porque bastan unas gotas, ni tendrá las lesiones internas que yo he tenido. Debe pagar. Ojo por ojo, es la ley del talión, literalmente”, dijo.
El agresor, Majid que reconoció haber arrojado ácido al rostor de Ameneh, en 1994, porque rechazaba su oferta de casamiento, fue condenado en noviembre pasado a recibir diez gotas de ácido sulfúrico en cada uno de sus ojos, pena confirmada por la Corte Suprema iraní a principios de febrero pasado.
La pena del talión, adoptada por la ley islámica, se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que cause al reo el mismo daño que causó a la víctima. La expresión más famosa de esta ley es “ojo por ojo, diente por diente”.
Pero Bahrami dijo que según la ley islámica, ella tiene derecho a cegarle solo un ojo, a menos que pague el equivalente a 25.110 dólares, porque en Irán las mujeres no son consideradas iguales a los hombres.
“Nos han dicho que mis dos ojos son iguales a uno suyo porque en mi país cada hombre vale por dos mujeres. No son lo mismo”, dijo a la Cadena SER.
Sin embargo, a diario El País, la mujer expresó: Al final, “le he dicho al juez que con un ojo puede vivir”, logrando que le quiten la vista de los dos a cambio de renunciar a una indemnización. “No cogeré el dinero que me ofrece como indemnizacion (25.110 dólares) pero sí sus dos ojos”, sentenció.
Bahrami explicó que ahora espera una carta del tribunal para presenciar la ejecución del castigo en Irán.
Tras recibir atención médica en Barcelona, Bahrami recuperó el 40% de la visión en un ojo pero desde entonces, los doctores no han podido evitar una ceguera total. La mujer también sufrió severas quemaduras en el rostro, la cabellera y el cuerpo. Bahrami vive con una ayuda de 560 dólares mensuales del Gobierno español.