La reunión que Manuel Silva, ex jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía (UIES) y Rommy Vallejo, actual jefe de la Unidad de Inteligencia de la Presidencia, tuvieron en Bogotá, el 27 y 28 de febrero del 2008, con organismos de inteligencia de Colombia, será investigada por la Fiscalía General.
El fiscal Washington Pesántez, dijo ayer que la base de la investigación es la documentación entregada por la Presidencia de la República sobre la entrega ilegal de las computadoras de la UIES al funcionario de la embajada de Estados Unidos, Marck Sullivan.
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El lunes pasado, el ministro de Seguridad, Miguel Carvajal y el de Defensa, Javier Ponce, exigieron que se esclarezca la presencia y los motivos por los que Silva viajó a Bogotá días antes del bombardeo de Angostura. Pero nunca señalaron que Vallejo también acompañó a Silva a esa cita.
De lo que se conoce, por encargo del ministro de Gobierno de ese entonces Gustavo Larrea, Silva y Vallejo viajaron a Bogotá para conocer en detalle, sobre la seguridad del presidente Álvaro Uribe.
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Según fuentes de la UIES, las reuniones que se mantuvieron en Bogotá, incluyeron citas con la CNIC, que es la similar de la UIES de Ecuador y que también está integrada por miembros de la policía.
Además, a otro organismo de inteligencia colombiano llamado Digin, se solicitó información sobre los hermanos Ostaiza, quienes se presume lideran una red de narcotráfico internacional.
Pesántez no quiso revelar más detalles de la indagación porque dijo el artículo 215 del Código de Procedimiento Penal, determina que esa fase es reservada; no obstante, afirmó que la investigación se puede ampliar a todas las personas que hayan intervenido en el caso de la entrega y devolución de las computadoras.
Las computadoras se entregaron a la embajada la primera semana de febrero y luego de la protesta del gobierno se devolvieron días después.
Según fuentes de la UIES, la embajada entregó las computadoras en las manos de Vallejo.
Ayer, el ministro de Gobierno Gustavo Jalkh, al ser consultado si sabía que Vallejo fue junto a Silva a Bogotá, respondió brevemente que fue solo a hacer un curso.
Vallejo además fue el primero en ser informado del bombardeo en Angostura, 30 minutos después de haber ocurrido, luego de que RIME 7, organismo de inteligencia colombiano, informó a la UIES.
Vallejo se ganó la confianza del presidente Correa, cuando fue su edecán en el entonces Ministerio de Economía (abril del 2005).
Cuando Correa se lanzó como candidato presidencial, solicitó a la Policía Nacional, a través del Tribunal Supremo Electoral, que se le designe como guardaespaldas a Vallejo. La Policía aceptó el pedido.
Una vez que ganó las elecciones, el capitán siguió con Correa y siete meses después, el 14 de agosto del 2007, el mandatario a través de una resolución oficializó la creación de la Unidad de Inteligencia de la Presidencia, liderada por Vallejo.
Según información de la Presidencia esa dependencia se denominó Unidad de Gestión de Seguridad Interna.
El propósito de su creación fue identificar los actos de corrupción en el área pública y colaborar con la política anticorrupción.
Vallejo acompaña a Correa a todos los recorridos en el país. Tiene una oficina en el edificio del Ministerio de Gobierno, desde donde despacha información a la Policía y coordina las actividades de inteligencia.
Trabaja con 30 policías a quienes todos los días imparte órdenes de trabajo.
Según fuentes que no quisieron identificarse, Vallejo tiene línea directa con Correa y todos los resultados de las investigaciones son informados al mandatario, antes que a sus superiores en la institución.
El oficial tiene un bajo perfil y esquiva a la prensa. Dice que no está autorizado para hablar con los medios de comunicación.