Los sectores de Intag (Cotacachi) y Lita (Ibarra), en la provincia de Imbabura, soportan  deslaves, daños en viviendas y bloqueo de carreteras  como consecuencia del invierno.

En la parroquia Lita (vía Ibarra-San Lorenzo),  en el sector La Bocana, donde confluyen los ríos Lita y Mira, un puente colapsó y dejó incomunicada a la comunidad La Colina.

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El viaducto, sobre el cual antes también se levantaba la línea férrea, no soportó la crecida del Lita y se derrumbó.

Por el lugar caminaban diariamente moradores y estudiantes de Río Verde para llegar a  la cabecera parroquial.

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No obstante, y pese al peligro, los transeúntes aún utilizan lo que queda del paso (cables y tubos) porque  no pueden paralizar sus actividades.

Producto de la crecida de los ríos 16 familias de esos recintos sufrieron daños en sus  viviendas, las que están cuarteadas y con peligro de caer.

Para evitar una desgracia,  el Comité de Operaciones Emergentes (COE) dispuso que esas personas sean albergadas en el destacamento de la Policía.

Según Hugo Aguirre, presidente de la Junta Parroquial, las familias permanecerán allí hasta que haya una solución.

“Por el momento los afectados han recibido ayuda alimenticia y de salud de varias instituciones, esperamos que las autoridades del gobierno central vengan a conocer la real situación”, anota.

Para Aguirre, parte de la solución es construir muros de contención en las zonas de mayor riesgo y reubicar las casas que están cerca a los ríos.

Pese a que la principal vía que conecta con la provincia de Esmeraldas está despejada, el riesgo  persiste.

“Hay zonas en donde las montañas y los taludes son frágiles y, si llueve, creo que nuevamente puede haber deslaves”, expresa José Carcelén, un negociante de frutas y cabuya que permanentemente transita por la carretera.

Mientras, en Intag los problemas en la vía principal que conecta este sector con el resto del país son complicados, indica Rubí Piedra, presidenta de la Junta Parroquial de Apuela, que abarca a la mayoría de comunidades.

“Los derrumbes prácticamente nos incomunicaron hace ocho días. Recién hoy (ayer) pudo ingresar un bus, luego de que la maquinaria del gobierno provincial de Imbabura desalojó los escombros”, expresa.

Añade que los principales afectados son los agricultores y ganaderos porque no pueden comercializar sus productos. “Las frutas se dañaron, la leche se tuvo que botar porque no había a quién vender”.

Por este sector de la provincia de Imbabura están afectadas alrededor de diez viviendas.

En la comunidad de Cuaraví dos casas quedaron destrozadas por la caída de la montaña. Las cuatro familias que las habitaban se salvaron y por el momento viven en carpas de los organismos de socorro, como la Cruz Roja y el MIES.