Con preocupación los moradores del recinto Los Amarillos observan como la corriente del río Amarillo pasa muy cerca de sus viviendas. El temor ha hecho que ni siquiera puedan dormir, porque en cualquier momento las aguas de este afluente pueden ingresar a las casas tal y como ocurrió el pasado jueves, y de donde fueron evacuadas cuatro familias.
Floro Montiel recuerda claramente como a las 05:00 del pasado jueves se levantó como de costumbre y al poner el pie en el piso sintió el agua. El hombre se terminó de despertar asustado y de inmediato llamó a su esposa y sus seis hijos para abandonar la vivienda, ya que el agua del río Amarillo dañó el muro de contención e inundó todo el sector.
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“Fue el susto más grande que haya tenido, porque estamos asentados a unos cinco metros del río y nuestra casa es baja. Al sentir el agua en los pies pensé que se estaba cayendo el muro, salimos corriendo con mi familia antes que se nos venga la corriente y nos lleve”, aseveró Montiel.
Sus vecinos lo siguieron. El primer refugio que encontraron fue la carretera que conduce al cantón Simón Bolívar, que está ubicada a unos ocho metros de las casas.
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“Nunca nos imaginamos que esto nos iba a pasar. Recién hace un mes hicieron el muro y ya fue derribado por la corriente del río, ojalá que no nos dañe nuestras casitas, que son las que nos dio el Miduvi“, añadió Jacinto Garrido.
Ismael Moncayo, vecino de los afectados, indicó que Cedegé hizo un muro de contención de unos cuatro kilómetros desde el recinto El Recreo hasta San Antonio, pero este no estaba bien compactado porque sucumbió ante la arremetida de la corriente del río Amarillo.
La preocupación ha aumentado en los moradores de unas once comunidades porque el río Amarillo es correntoso y cuando llueve con fuerza se desborda y anega la zona.
Gregoria Carpio, del recinto El Tránsito, concordó en que la situación es muy peligrosa y no solo por el río, sino también porque a la orilla de la vía se está empozando el agua de las lluvias que no tienen por donde desfogar y eso es un problema porque se convierten en criaderos de mosquitos.
Los afectados piden que las autoridades hagan un canal a lo largo de la vía para que las aguas que se quedan estancadas con las lluvias deriven al río.
Las cuatro familias evacuadas reclaman ayuda de las autoridades, ya que no tienen cómo alimentar a sus hijos.
En Jujan, cerca de 900 hectáreas de arroz y cacao fueron afectadas, especialmente en los recintos El Recreo, El Tránsito, Los Beldacos, Cuatro Caminos, El Paraíso, San Antonio, Los Amarillos, Puerto Canoa, La Otilia, Chongonal, Pajonal.
Ayer, miembros de la Defensa Civil hicieron un recorrido por Jujan y Daule.