Ayer, en su enlace radial, el presidente Rafael Correa anunció que el país recibió una importante propuesta para construir un astillero, desde el cual se podría abastecer de buques petroleros al mercado externo.

“Hay un proyecto de astillero con inversión brasileña, que daría un salto cualitativo y cuantitativo al Ecuador, porque sería de alta tecnología”, resaltó en Yantzaza (Zamora Chinchipe).

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Correa no reveló qué compañía es la interesada en financiar su construcción, pero sostuvo que la inversión sería de 500 a 700 millones de dólares.

La obra “nos permitiría construir supertanqueros (barcos petroleros)”, indicó y citó como ejemplo que la brasileña Petrobras necesita en los próximos años 42 barcos petroleros y que un astillero normal puede producir cuatro o cinco anuales.

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De otra parte, el Jefe de Estado informó que hasta el 15 de abril el Ministerio de Transporte y Obras Públicas estará descentralizado y que esta “reingeniería” se verá en las direcciones regionales, que podrán pagar directamente sus facturas.

También que se incluirán cambios con los trabajadores de esa cartera, pues hay funcionarios de entre 75 y 80 años que ya debieron ser jubilados.

En su enlace, además, defendió la explotación minera responsable. Se refirió a una protesta antiminera, en su visita a Cuenca del viernes pasado, y desmintió que se haya detenido a una mujer que le gritó “mentiroso” en esa localidad.

A su vez, mostró un panfleto repartido supuestamente por gente afín a Sociedad Patriótica en la provincia amazónica, que con fotos suyas y del Gabinete señala “La narcorrevolución ya es de todos” y califica de comunista a su gobierno.