En Guayaquil, el sol aún no sale, ni los gallos cantan. Pero llueva, truene o relampaguee, todos los días, desde las 04:00, radio Cristal empieza a emitir sus populares comunicados: “Posibilidades de empleo: Se necesita personal de limpieza que sepa de gasfitería o electricidad. Presentarse en edificio Las Cámaras, Torre B, cuarto piso...”. Inmediatamente suenan acordes fúnebres y la voz anuncia: “Invitación a misa de réquiem en el cantón Salitre...”.
Después de los datos pertinentes y más mensajes, también se escucha: “Atención a la información de la hora. Faltan 15 minutos para la seis de la mañana”.
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A partir de las 06:00 comienzan las noticias, a cargo del director Julio Juan Romero, y después se intercalan boletines noticiosos con los comunicados y la programación habitual, así hasta la medianoche.
Se escuchan acordes fúnebre y la voz anuncia: “Invitación a misa de réquiem en el cantón Salitre...”. Luego de dar los datos pertinentes y leer más mensajes, dice: “Atención a la información de la hora. Faltan 15 minutos para las cinco de la mañana”.
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Todo comenzó el 24 de febrero de 1957, cuando Carlos Armando Romero Rodas –más conocido como CARR– fundó radio Cristal con la particularidad de difundir la música nacional y transmitir mensajes para enlazar a la gente del campo –donde no existía servicio telefónico, ni energía eléctrica– con la gente de la ciudad. Posteriormente, otras emisoras, como radio América, Cóndor, Huancavilca, Ondas del Pacífico, Universal, etc., también transmitían mensajes radiales, pero sin lograr mayor aceptación.
En pleno siglo XXI, radio Cristal aún mantiene ese tipo de comunicación.
Para conocer los rostros y las vivencias de esas voces que a diario escuchamos, visitamos la radio, cuya otra particularidad es que todos los días sus exteriores –en las calles Luque entre José Antepara y García Moreno– están poblados de personas en espera de empleadores tras su fuerza de trabajo.
Llegamos a las 07:00. Está al aire ‘Desayúnese con las noticias’, a cargo del periodista Lucho Sánchez Moreno. Después de 30 minutos toma la posta Guillermo Albuja Reyes, con los comunicados, los que comienzan a emitirse tres horas atrás en voz del abogado Alejandro Pacheco.
“Se nos permite hacer un comentario a las noticias, pero con ética y sin lastimar a nadie”, dice Sánchez, quien desde el 2002 está en ‘Desayúnese con las noticias’, que lo conducía Armado Romero, fallecido en el 2004.
En cambio Guillermo Albuja, desde que ingresó en 1973, prestó su voz para los tradicionales mensajes radiales. Recuerda cuando don Armando Romero, hace unos 40 años, creó el segmento ‘Posibilidades de empleo’.
“Se convirtió en una especie de base de desempleados, porque en vehículos vienen a buscar a albañiles, carpinteros, gasfiteros, empleadas domésticas, trabajadores que desean ganarse honradamente el pan diario”, dice.
Explica que los comunicados de servicios a la comunidad son gratuitos, por ejemplo, el listado de personas fallecidas, cuando se pierde un menor, etc.; pero avisos de empleo cuestan $ 2, y la invitación a una misa de réquiem o sepelio con todos los nombres y datos, $ 3.
Abajo, en los portales de la emisora, hombres y mujeres esperan. “A veces nos contratan para una obrita de un par de días”, cuenta el albañil Evelio Valencia, quien aguarda con su maletín desgastado.
Todos los días, en Guayaquil, antes de que el sol asome y los gallos canten, suenan los populares comunicados de radio Cristal. Son una voz más de la ciudad y su gente.