A través de una carta enviada al presidente de la República,  Rafael Correa, María Fernanda Salazar, esposa del ex jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES), mayor Manuel Silva, aseguró que su familia es “perseguida”.

En la misiva, Salazar aseguró que el comandante de la Policía, Jaime Hurtado, “se ha ensañado en una persecución en contra de mi esposo, utilizando la envidia y la animadversión de algunos oficiales, quienes ahora comandan la UIES, los que salieron de ella, porque no cumplían con el perfil requerido para seguir en la misma”.

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Silva, quien apoyó las investigaciones de la red de narcotráfico de los hermanos Ostaiza, donde se vincula al ex subsecretario de Coordinación Política, José Ignacio Chauvin, fue puesto con tres oficiales más a órdenes del Ministerio de Gobierno, sin funciones, y serán procesados por mala conducta profesional.

La Inspectoría de la Policía inició esta semana una indagación para determinar el grado de responsabilidad en la entrega de computadores que contenían información de quince años de trabajo de esa unidad a la Embajada de  EE.UU.

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Asimismo,  Salazar señala que el caso antidrogas “se tornó político, la situación cambió. Hay que sostenerse en el puesto, entonces es más fácil convertirle al mayor Silva en villano y a los villanos en héroes; ahora es traidor y desleal, (...) su único delito fue combatir la corrupción, el narcotráfico, ya basta de mentiras general Hurtado, diga la verdad y no se ensañe con quienes han entregado su vida al servicio (...)”.

La carta, que fue enviada a Correa el 17 de febrero, señala que a  Hurtado “(...) tampoco le ha importado que seamos víctimas de una persecución de grupos criminales, por eso pregunto: ¿quién se ha preocupado de mi seguridad y la de mis hijos? (...) ¿Quién ha averiguado sobre las constantes amenazas desde que se hizo público y conocido el nombre de mi esposo? Solo ha interesado el mantener un chivo expiatorio”.

Salazar recuerda que  Correa entregó a Silva –en el Palacio de Carondelet en el 2007– una condecoración por su trabajo,   “mas, hoy todo su sacrificio, entrega, méritos, profesionalismo y lucha son pisoteados por un tema eminentemente político e ideológico. Qué pena da ver cómo en la Policía, quienes deben defender a la institución y a sus miembros, se presten más bien para un vaivén político”.

Carta de María Fernanda Salazar

Quito, 17 de febrero del 2009
Señor Presidente de la República
ECON. RAFAEL CORREA DELGADO
Soy
la esposa del Mayor MANUEL SILVA TORRES, quien se desempeñó hasta la
semana pasada como Jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales de
la Policía Nacional, el motivo de esta misiva, es simplemente para
aclarar el lado humano de este problema y reclamar por nuestros
derechos humanos; en vista de que su gobierno tiene como bandera de
lucha a los mismos. El General HURTADO se ha ensañado en una
persecución en contra de mi esposo, utilizando la envidia y la
animadversión de algunos oficiales, quienes ahora comandan la UIES, los
mismos que salieron de ella, porque no cumplían con el perfil requerido
para seguir en la misma; la deshonra y fundamentalmente la falta de
lealtad en contra de un oficio digno, que lo único que ha demostrado a
través de sus 21 años de servicio a la Patria, ha sido un ferviente
trabajo profesional y amor a la Institución, laborando día y noche para
que el Ecuador no se vea infestado por criminales de gran escala. Pero
eso, al General HURTADO no le ha importado. Tampoco le ha importado que
seamos víctimas de una persecución de grupos criminales, por eso
pregunto: ¿quién se ha preocupado de mi seguridad y la de mis hijos?,
¿quién ha demostrado un poco de amor al prójimo y ha hablado por
nuestros derechos como ecuatorianos de bien?. ¿Quién ha averiguado
sobre las constantes amenazas desde que se hizo público y conocido el
nombre de mi esposo?. Sólo ha interesado el mantener un chivo
expiatorio, ¿es que quieren una cabeza como un trofeo de guerra?,
Mientras los verdaderos delincuentes, expuestos, detenidos y
sentenciados gracias al trabajo de años de una Unidad dedicada al
bienestar de un pueblo, hoy están felices porque podrán hacer y
deshacer en nuestro suelo patrio. Pero !de ripley!, hoy tiene que ser
la cabeza del Mayor SILVA la que caiga para "hacer justicia'', yo
pregunto ¿cuál justicia?, no encuentro una respuesta lógica y razonable.

Me
pregunto será que es más fácil entregar a un Oficial Digno, que aclarar
todo este obscuro problema?. Mi esposo, vuelvo a recalcar, es el Mayor
MANUEL SILVA, un pobre mayor, como usted dijo en su última cadena
radial, en realidad somos pobres, pero no de espíritu y humildad, somos
personas que hemos luchado y para recordarle, usted en el año 2007, en
el Palacio de Gobierno, colocó en el pecho de mi esposo una
condecoración por el trabajo que ha efectuado en beneficio de la
sociedad ecuatoriana, más hoy todo su sacrificio, entrega, méritos,
profesionalismo y lucha son pisoteados, por un tema eminentemente
político e ideológico. Qué pena da ver como en la Policía, quienes
deben defender a la institución y a sus miembros, se presten más bien
para un vaivén político.

¡¡¡Cómo voy a pedir que valoren las
lágrimas de mis tiernos hijos, que aún no comprenden porque su padre es
ahora perseguido y enjuiciado, no entienden porque tiene que abandonar
su profesión, solo saben que arriesgó su vida, noches y días sin fin, y
que su trabajo le quitó el tiempo de oro a su lado.

Economista
Rafael Correa, Presidente de la República del Ecuador, usted menciona
día a día que su gobierno se preocupa principalmente por el ser humano
y por los derechos de los mismos, le pregunto: ¿se han preocupado por
los de mi esposo y mi familia?; pregúntele al  General HURTADO si él se
ha preocupado, no sólo de nosotros sino también de todas las familias
involucradas en este proceso que da vergüenza, lo único que le interesó
a él, siempre fueron los resultados exitosos contra el crimen
organizado que mi esposo le hacía conocer en su despacho, para que él
se los otorgue y salga en ruedas de prensa. Ahora yo pregunto: ¿cuándo
General HURTADO, usted se interesó por el personal de la Unidad, cuándo
les visitó para felicitarles, motivarles o simplemente guiarles, yo
tengo la respuesta: JAMÁS; y esto fue evidente cuando en el mes de
septiembre del 2008 asesinaron en Guayaquil al sargento LUIS CASTILLO,
ni una visita de apoyo, ni un abrazo a la viuda ni a los huérfanos,
nada. Hoy en cambio un gran caso antidrogas (Huracán de la Frontera) se
tornó político, la situación cambió, hay que sostenerse en el puesto,
entonces es más fácil convertirle al Mayor SILVA en villano y a los
villanos en héroes; ahora es traidor y desleal, todo el peso de una
mentira debe caer en contra de quien, su único delito fue combatir la
corrupción, el narcotráfico; ser abierto y transparente, ya basta de
mentiras General HURTADO, diga la verdad y no se ensañe con quienes han
entregado su vida al servicio y protección del pueblo ecuatoriano y
cuyo reconocimiento ha ido más allá de las fronteras de nuestro país.

Espero
llegar únicamente con el espíritu de una esposa indignada por la
injusticia, que aprendió a sentirse parte de una institución por la
entrega y mística total de su esposo a la misma, pero que a la vez
mantiene una posición de lucha para defender su familia y reconocer
públicamente el trabajo noble y desinteresado de su esposo y compañeros
de trabajo.
 
MARIA FERNANDA SALAZAR CASTRO
CC 1709865271