La Cámara de Representantes aprobó un paquete de estímulo económico por 819.000 millones de dólares, crucial para el plan del presidente Barack Obama encaminado a reanimar la economía.
Así quedó aprobado en primera instancia un proyecto que intenta salvaguardar de tres a cuatro millones de empleos, en una votación 244-188.
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El monto inicial del plan era de 825.000 millones de dólares, pero la oficina de presupuesto del Congreso estimó finalmente que el costo total del programa es de 816.000 millones, a lo que se sumó una enmienda de 3.000 millones el miércoles para financiar proyectos de transporte público.
La votación de la cámara baja se produjo días después de intenso cabildeo efectuado por el nuevo presidente, el cual incluyó exhortaciones personales a los republicanos.
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Horas antes de la votación, el presidente Obama se declaró “confiado” en la aprobación por parte del Congreso de su plan de reactivación económica. “Estoy confiado, lo vamos a hacer aprobar”, dijo Obama, quien recibía en la Casa Blanca a los líderes empresariales para discutir sobre los medios de enfrentar la crisis.
Con la aprobación de la Cámara de Representantes, el plan pasará, probablemente la próxima semana, al senado, donde Obama espera obtener más apoyo.
Paquete costoso
El plan de reactivación incluye 275.000 millones de dólares en reducciones fiscales, con el objetivo de incentivar el consumo y la inversión, así como fondos para infraestructura, asistencia a gobiernos locales y medidas sociales. Para los republicanos, el plan es demasiado costoso y no incluye suficientes reducciones de impuestos.
Obama, que se reunió el martes con los legisladores republicanos en el Capitolio para tratar de recabar su apoyo, prometió que el plan tendrá una transparencia “sin precedentes”.
En el Pentágono
Barack Obama llegó al Pentágono ayer en su primera visita como nuevo comandante en jefe, donde explicó cómo pretende retirar las tropas estadounidenses de Iraq y cumplir con una de sus grandes promesas de campaña.
De hecho, con la certeza de que su plan de estímulo sería aprobado, Barack Obama centraba ayer su atención en los conflictos armados de Iraq y Afganistán.
En el Pentágono, Obama escuchó las opiniones de los cuatro jefes de las fuerzas armadas para retirar la totalidad de las fuerzas estadounidenses de Irak en un plazo de 16 meses.
Obama prometió en la campaña electoral que retirará la totalidad de la tropa en Iraq hasta mayo del 2010, aunque aclaró que consultará antes con el mando militar o ajustará ese cronograma para no poner en peligro la vida de los soldados que se queden en el país árabe a fin de entrenar a los iraquíes y combatir a Al Qaeda, o corra peligro la estabilidad de Iraq.
Enviado a Gaza
El enviado del gobierno de Barack Obama a Oriente Medio, George Mitchell, se reunió ayer con el primer ministro israelí, Ehud Olmert. En tanto, en Gaza continúan los brotes de violencia entre Hamas y el ejército israelí con ataques de ambos lados.