Separados por tan solo 12 kilómetros los recintos electorales de El Alto, una de las ciudades más pobres de Sudamérica, y los de la zona sur de La Paz, el barrio más rico de la ciudad, reflejaron las “dos Bolivias” que votaron ayer en el referéndum constitucional.

En tranquilidad, pero con las ideas claras, miles de bolivianos acudieron a las urnas en las ciudades de La Paz y El Alto para pronunciarse a favor o en contra de la nueva Constitución que impulsa el presidente Evo Morales.

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En El Alto, ciudad aledaña a La Paz, de cerca de 800.000 habitantes y con los índices de pobreza más altos del país, el apoyo a Morales es mayoritario.
Gran parte de la población, de origen aimara, ve en la nueva Constitución la posibilidad de cambiar el rumbo del país y de acabar con las discriminaciones que han sufrido durante muchos años.

La tranquilidad en las votaciones  se replicó también en los centros electorales de la zona sur de la ciudad de La Paz, uno de los barrios con los ingresos más altos del país y donde muchos muestran su rechazo a la nueva Constitución.

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Al margen de estos hechos, alteños y paceños coincidieron en aprovechar la jornada electoral para pasarla en familia en un día más tranquilo de lo habitual en ambas ciudades.