En el 2003, durante un paseo turístico, la norteamericana Pamela Gilbert se perdió en un páramo cerca del cantón Sigchos, pero fue rescatada por dos jóvenes indígenas de la comuna Malinguapamba.

Al año siguiente, Gilbert retornó al país para agradecer  a los dos jóvenes que la encontraron, pero al percatarse de las necesidades de la comuna decidió pedir ayuda a sus amigos para mejorar las condiciones de vida de los pobladores.

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Malinguapamba cuenta hoy con sistema de agua potable, la escuela fue reconstruida y un grupo de moradores se capacita, gracias a las gestiones de la norteamericana.

En medio de los acordes de una banda de pueblo y presentaciones folclóricas, la comunidad de Malinguapamba, en el cantón Sigchos, ubicada a tres horas de Latacunga, recibe a Pamela Gilbert y un grupo de voluntarios extranjeros.

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Gracias a estos visitantes la comunidad cuenta con su unidad educativa, agua potable, jardines ecológicos y recibe capacitación.

La historia se inició en el 2003 cuando Gilbert, oriunda de Colorado (Estados Unidos), viajó a Ecuador para hacer turismo y un día que recorría el páramo en Sigchos junto a otra persona se perdió.

En medio de la incertidumbre y tras horas de caminata, cuenta que vio a dos jóvenes indígenas, quienes pese a las barreras del idioma les ayudaron a ponerse a buen recaudo.

Pamela recordó que lo que más le impactó fue lo que le contaron los dos jóvenes Pedro Chusin y Lautaro Sacatoro, sobre el recorrido de dos horas que tenían que hacer diariamente para llegar hasta su colegio en una comunidad de Guangaje y cómo le hablaron con mucha “pasión” de su comunidad Malinguapamba.

Para Gilbert este hecho le cambió la vida, pues cuando regresó a su país soñaba siempre con estos jóvenes, así que decidió regresar para buscarlos y compensar su solidaridad. Por ello en un principio pensó en solventar la educación de los dos jóvenes.

Con la foto que se tomó en esa ocasión y con un guía logró encontrar la comunidad de Malinguapamba y allí es donde empezó una nueva historia para esta zona, pues ella al conocer la realidad y hablar con los dirigentes supo que se podía hacer algo más que ayudar solo a los dos jóvenes, ya que conoció los beneficios de la minga y el trabajo comunitario.

El primer compromiso fue ayudar a remodelar la única aula de la escuela del sitio que estaba destruida, para ello en su país contó su historia y logró recaudar cerca de 4 mil dólares, aunque la meta era solo mil. El acuerdo era que ella compraría el material y la mano de obra la daría la comunidad; sin embargo, con el dinero extra hicieron más aulas e incluso un departamento para docentes.

Desde el 2003, Pamela visita la comunidad dos veces por  año, gracias a sus gestiones pudo contar con el aporte del Rotary Club y de Ingenieros sin Fronteras, con quienes construyeron un sistema de agua que beneficia a cerca de 700 familias de la comunidad.

Además se implementó un programa de cuidado de los páramos y capacitación a maestros albañiles y plomeros para que continúen el trabajo.

Paulino Sacatoro, dirigente de la comunidad, destacó que la llegada de Pamelita, como la llaman, ha mejorado la calidad de vida de los habitantes que ahora tienen educación y salud. Agregó que por ese motivo formaron la fundación Centro Educativo La Minga para canalizar toda la ayuda de una manera coordinada.

Israel Álvarez, maestro de la zona, reconoce que hay cambios, pues antes las familias tenían que caminar varios kilómetros hasta los ojos de agua para llevar el líquido a sus casas y ahora solo abren el grifo y ya la tienen, con lo que se ha podido disminuir enfermedades.

Destacó que la escuela cuenta  con un laboratorio de computación, y dos microscopios conseguidos con donaciones.

Julia, una norteamericana radicada en Ecuador y que acompaña a Pamela en las visitas, destaca el trabajo y esfuerzo de los comuneros para conseguir las metas y que incluso se ha podido ayudar a cuatro comunidades aledañas.

Otras visitas
Cada año llegan voluntarios de varios países hasta Malinguapamba inspirados en el trabajo de Pamela. La ayuda incluye enseñanza de inglés, así como labores domésticas y agrícolas.

Bitácora
En la comunidad hay una especie de bitácora, en donde los voluntarios detallan su trabajo y logros.