EFE-AFP
BOGOTÁ.- El presidente colombiano, Álvaro Uribe, quiere mantener presionada a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con su rechazo a la participación extranjera en una anunciada liberación de rehenes en poder de esa guerrilla, afirman analistas.
El lunes, Uribe rechazó la intervención de cualquier actor foráneo distinto al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en la liberación anunciada el fin de semana por esa guerrilla a la senadora Piedad Córdoba, quien propuso que el presidente venezolano Hugo Chávez participe en la entrega.
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“Es claro, las liberaciones unilaterales son un pulso político entre Uribe y las FARC, en el que los rebeldes intentan tener un segundo aire después de tantos golpes padecidos en el 2008 y lo intentan a través de la única parte del ‘botín’ que les queda”, opinó Fernando Cano, politólogo de la privada Universidad del Rosario.
Cano precisó que Uribe se anticipa a esa jugada de las FARC para “asfixiarla totalmente, quitarle la posibilidad de que algún actor internacional en búsqueda de protagonismo le dé ese segundo aire”.
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Álvaro Villarraga, ex guerrillero del Ejército Popular de Liberación (EPL) y director de la fundación Cultura Democrática, consideró que una participación extranjera en las nuevas liberaciones unilaterales sería benéfico al proceso.
“La situación interna es muy vulnerable y el presidente Uribe descalifica a cualquier intermediario interno señalándolo de cómplice y al servicio de las FARC. Un veedor extranjero tiene mayor posibilidad de maniobra”, puntualizó.
La politóloga Claudia López dijo que si bien “no es imprescindible la participación de actores extranjeros, porque complican esa liberación”, consideró “un error de Uribe desprestigiar la labor de Córdoba”.
Condiciones
Ecuador fijó ayer cinco condiciones para reanudar las relaciones diplomáticas con Colombia, rotas desde marzo, que incluyen desde un mayor control en la frontera hasta el fin de los señalamientos contra Quito por sus supuestos nexos con rebeldes de las FARC.
“Colombia debe dar claras muestras de respeto a la soberanía de Ecuador, cumpliendo los requerimientos mínimos realizados” por el presidente Rafael Correa, señaló el canciller Fander Falconí.
Concretamente espera que “desvirtúe y termine con la campaña” para vincular a las autoridades ecuatorianas con las FARC”, “comprometa la presencia efectiva de fuerza pública en la zona fronteriza” y entregue "información sobre el bombardeo del 1 de marzo" en territorio ecuatoriano –en el que murió el número dos de ese grupo, Raúl Reyes–, indicó el funcionario.