En el mundo árabe si uno quiere subir el tono de una situación en particular diciendo por ejemplo “te voy a dar un golpe”, solo falta agregar “con un zapato”, para que la amenaza se convierta en un verdadero insulto.

Esta dimensión cultural es el que le da aún mayor sentido al ataque del periodista iraquí contra el presidente de EE.UU. George W. Bush durante la rueda de prensa en Bagdad.

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En la cultura árabe es incluso de mal gusto mostrarle a otro ser humano la suela de nuestro zapato. Por cierto, uno no debe cruzarse de piernas (de modo que se esté mostrando la suela) en un lugar público, porque puede ofender a la persona que se encuentra al lado. Esta asociación se debe a que los zapatos son considerados “sucios” en la fe musulmana.

Además de las abluciones rituales antes de las plegarias, los musulmanes se quitan el calzado para rezar, y usar zapatos dentro de la mezquita está absolutamente prohibido.

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Dentro de este contexto,  vale señalar que existe una rica historia en lo que a incidentes de zapatos que involucran a los Bush y a Iraq se refiere.

Una de estas historias tiene que ver con un piso de mosaicos en la entrada del Hotel Rashid en Bagdad, con la imagen de Bush padre. Dada su ubicación, quienes visitaban el hotel -en su mayoría oficiales de alto rango del partido Baas- tenían que pisar la cara del ex presidente en venganza por los presuntos “crímenes de guerra” cometidos durante la liberación de Kuwait en 1991.

Se dice que el mosaico fue retirado del lugar tras la invasión estadounidense y el derrocamiento de Saddam Hussein en el 2003.