El presidente del Senado boliviano, Óscar Ortiz, ha pedido a los mandatarios de Unasur una nueva investigación de la matanza de campesinos ocurrida en Bolivia en septiembre, en medio de las protestas de oposición, y ha descalificado el informe de peritos enviados por ese bloque de naciones.
Ortiz dijo en una carta abierta a los mandatarios, que el dictamen de la Unasur es incompleto e insustancial, porque ha sido claramente direccionado a sostener la hipótesis del gobierno del presidente Morales sobre la matanza.
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El informe señaló que se trató de un crimen de lesa humanidad y recomendó el juzgamiento de los presuntos responsables, entre ellos el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández.
En tanto, una camiseta gigante de 50 metros de largo con la palabra No es el símbolo de rechazo a la nueva constitución que impulsa el presidente Evo Morales y que será votada en referéndum el 25 de enero. La campaña opositora comenzó el sábado en la ciudad de Sucre, cuando los prefectos opositores de Santa Cruz, Beni, Tarija y Chuquisaca estamparon su firma en la tela que recorrerá el país recogiendo mensajes de rechazo al nuevo texto.
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La principal razón del rechazo es frenar el autoritarismo del gobierno, dijo el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas. La oposición asegura que el gobierno busca perpetuarse en el poder con un nuevo texto.
Ayer, el mandatario llamó a los gobernadores opositores “vendepatrias”. El sábado, Morales dijo que sus opositores ahora son algunos jerarcas de la Iglesia católica y de la prensa burguesa.
