Edwin Palacio, que ha vivido en Estados Unidos desde 1993 y recibió asilo político en 1995, se sorprendió al enterarse que en el estado de Texas su licencia de conducir llevará un sello de  visitante temporal, aunque no tenga planes de marcharse.

"Aquí está mi hogar, señala Palacio", de 54 años, que ha trabajado para el gobierno en el área de seguridad interior y para importantes empresas de computadoras. Señala que esto podría perjudicarlo junto con su esposa si deciden comprar una casa.

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"Ningún banco me daría un préstamos si tengo una licencia de conducir que me señale como visitante temporal. Lo dudo", indicó Palacio, quien radica en Austin y provino de las Filipinas.

Los nuevos requisitos para obtener una licencia de conducir, que obligan a los extranjeros a demostrar su estado de inmigración legal, llevó a una coalición de legisladores y grupos de derechos civiles a presentar una queja el martes al considerar que las medidas podrían provocar discriminación y deberían se anuladas.

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Se trata de  racismo institucionalizado, dijo el representante demócrata Lon Burnam, de Fort Worth.

El gobernador Rick Perry dijo que la disposición era necesaria para garantizar la seguridad pública a nivel nacional.

Quienes critican esas nuevas normas no llegan a reconocer la realidad del mundo en que vivimos, donde debemos saber quién está en nuestro estado y nación, aunque puedan o no dañarnos, indicó Perry en una declaración emitida por su oficina.

Las nuevas normas entraron en vigencia el 1 de octubre con los nuevos requisitos de documentación, que incluyen la fecha en que expira la residencia legal de la persona.