Colombia expresó este lunes a Venezuela su molestia por la interceptación de conversaciones telefónicas a funcionarios diplomáticos, como en el caso de un cónsul colombiano cuyo retiro fue demandado la víspera por el presidente Hugo Chávez, pero a la vez calificó como inconveniente que representantes colombianos trataran temas internos de la vecina nación.
En una conferencia de prensa en la cancillería, el ministro del Exterior, Jaime Bermúdez, dijo que una vez conocida el sábado la conversación telefónica de Carlos Galvis, cónsul colombiano en la ciudad venezolana de Maracaibo, se comunicó con el funcionario, quien presentó de inmediato su renuncia del cargo.
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Posteriormente, Bermúdez avisó de la renuncia a su colega venezolano, Nicolás Maduro, quien dio la bienvenida a la decisión.
Lo importante es precisamente hacer claridad que ese tema (la salida del cónsul) se da por superado, dijo el canciller, agregando que aceptaron la renuncia de Galvis porque consideramos inconveniente e inoportuno hablar, por parte de un funcionario diplomático de Colombia, sobre asuntos internos de Venezuela.
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A la vez, dijo Bermúdez, la cancillería colombiana instruyó a su embajador en Venezuela, Fernando Marín, a entregar una nota al Ministerio del Exterior venezolano expresando su preocupación por dos temas: la interceptación de las conversaciones de diplomáticos y las referencias usadas en un programa de la televisora estatal venezolana para referirse al gobierno del presidente Alvaro Uribe.
Bermúdez no indicó si ya la nota colombiana fue entregada y aseguró que aún no se ha designado a un sucesor de Galvis.
En Bogotá hay preocupación de que exista interceptación a las comunicaciones del personal diplomático de Colombia y a la vez hay preocupada por los términos en los cuales el locutor, el señor que dirige el programa (estatal)...hiciera una alusión que nosotros consideramos inconveniente, inoportuna, y también indelicada sobre el gobierno de Colombia, acotó.
Caracas anunció el domingo que Bogotá había retirado del cargo a Galvis luego que un programa de la estatal Venezolana de Televisión divulgara el sábado una conversación telefónica, presuntamente grabada por servicios de inteligencia venezolanos, en que el cónsul habla con un consejero presidencial de Uribe sobre la victoria de algunos opositores a Chávez en los comicios del 23 de noviembre.
La conversación fue divulgada en el programa Los Papeles de Mandinga, transmitido por la estatal Venezolana de Televisión, con su conductor Alberto Nolia, describiendo que el diálogo entre el cónsul y el asesor de Uribe, José Obdulio Gaviria, demostraba que los opositores venezolanos eran peones y asalariados del narcogobierno de Colombia.
Caracas no se ha referido específicamente al tema de la interceptación de la conversación telefónica del cónsul y sólo se quejó por el contenido del diálogo.
Fui asaltado en mis derechos fundamentales, en mi privacidad, asaltado también el Consulado y violada la Convención de Viena al hacer intervencionismo en los teléfonos en lugares donde están las sedes diplomáticas, indicó Galvis temprano al hablar con la radioemisora venezolana Unión Radio.
Al ser consultado sobre la molestia que expresó el presidente Chávez al referirse a la conversación telefónica del cónsul, Galvis dijo que yo ni siquiera lo entiendo. Esa es una conversación muy privada, eso no es una conversación pública.
No considero que eso (la conversación) pueda ser intervencionismo cuando lo estoy haciendo (hablando) desde mi línea privada, agregó Galvis resaltando que en el caso lo delicado es la violación del diálogo privado telefónico.