La bandera española deberá ondear en el Parlamento regional del País Vasco (norte) por decisión del Tribunal Supremo español, que se apoyó en una ley que obliga a todos los edificios oficiales a enarbolar los colores de la insignia nacional, indicaron este sábado fuentes de esa alta instancia judicial.

El Parlamento regional vasco, controlado por una coalición nacionalista, defendió el hecho de que la bandera de España no flamee en el edificio del centro de Vitoria, capital administrativa del País Vasco pues carecía de mástil para ello.

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Además, también subrayó que nunca flamearon banderas en el exterior de ese histórico edificio, ni española, ni vasca, ni europea.

Pero el Tribunal Supremo español consideró que, "en modo alguno, la costumbre puede prevalecer sobre la ley", pues una norma de 1981 estipula claramente que la bandera española (roja y amarilla) debe flamear en el exterior de todos los edificios oficiales, incluidos los de las regiones autónomas y las municipalidades.

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El Tribunal Supremo rechazó un recurso presentado por el Parlamento regional vasco contra una primera sentencia del Tribunal Supremo de Justicia del País Vasco (TSJPV) que lo obligaba a colocar una bandera española en su fachada.

Durante las pasadas elecciones generales de marzo en España estalló una polémica sobre el cumplimiento de esa ley. En numerosas alcaldías y edificios regionales del País Vasco y Cataluña (noreste), regiones con una amplia autonomía y donde los movimientos nacionalistas regionales son más fuertes, no flamea la bandera española.

La bandera vasca es la ikurriña, que representa una cruz blanca y verde sobre fondo rojo; fue concebida en el siglo XIX por los fundadores del Partido Nacionalista Vasco (PNV, moderado) que controla el Parlamento vasco y dirige la región desde hace más de 25 años.

La ikurriña está mucho más presente en el País Vasco que la bandera española, al igual que sucede en Cataluña con la bandera de esa comunidad autónoma, la señera.