El comandante de la Marina, Livio Espinosa Espinosa, presentó la solicitud de disponibilidad al presidente Rafael Correa, según fuentes de la Armada; por “diferencias” con el ministro de Defensa, Javier Ponce, sobre el trabajo de la institución en la frontera con Colombia, en la provincia de Esmeraldas.
“En una institución hay siempre puntos de vista distintos y hay distintos niveles de sensibilidad, pero no hay nada grave, nada determinante que pueda hacer pensar que se desestabilice la situación en las Fuerzas Armadas”, dijo ayer Ponce en el marco de la Fiesta Internacional de la Cultura y el Libro.
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Según una fuente de Carondelet, el presidente Correa le habría solicitado a Espinosa que “medite y reflexione” su decisión de separarse de la Marina hasta su retorno de Venezuela, previsto para esta noche. “Yo lamento profundamente que lo haya hecho (presentar la renuncia). Es un profesional muy serio, de primera. Ha contado siempre con absoluto respaldo del Gobierno”, acotó.
Desmintió los rumores sobre un supuesto malestar del régimen con la Marina por el manejo en el campo petrolero.
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“En Petroecuador no hay ningún problema. No es ese el motivo. Hay preocupaciones de carácter personal e institucional que le han llevado a tomar esa decisión”.
Livio Espinosa fue designado comandante de la Marina el 21 de enero de este año y ratificado por el presidente el 10 de abril. Esa fecha posesionó al nuevo mando militar, encabezado por el general Fabián Varela.
Ayer Espinosa no acudió a trabajar. El nuevo comandante de la Armada deberá ser designado por el jefe de Estado de una terna enviada por el Ministro de Defensa entre los oficiales más antiguos.
Dicha terna la encabeza el contralmirante Aland Molestina, jefe de Estado Mayor; Milton Lalama, comandante de Operaciones; y Jorge Gross, jefe de la Casa Militar en el palacio de Carondelet.
El ex comandante de la Marina, Homero Arellano, actual asesor de la vicepresidencia de la República y ex funcionario de la Agencia de Garantía de Depósitos acusó, meses atrás, a los dos primeros de gestar una insubordinación contra él.