El volcán Reventador, que incrementó su actividad el sábado, continúa expulsando lava. Sin embargo, no es grave ni representa mayores peligros. Así lo aseguró esta mañana Hugo Yépez, director del Instituto Geofísico, el cual mantiene las alertas a posibles cambios.
"De lo que se trata es que tenemos una más de las erupciones del Reventador. A partir de la gran erupción que hizo en el año 2002, desde el 2004 ha empezado un proceso de erupcionar con flujos de lava, los que no representan peligro directo a la vida humana", dijo Yépez.
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De acuerdo al director del Geofísico, la generación de lava se prolongará por unas dos semanas.
La actividad del volcán, ubicado a 100 kilómetros al este de Quito, está caracterizada por explosiones de magnitud moderada, complementó Patricio Ramón, técnico del Geofísico. "Lo que nos preocupa es la salida de los flujos de lava".
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La actividad continúa, siguen descendiendo los flujos de lava, éstos se mantienen al interior de la caldera, en caso de que éstos eventualmente salieran podrían afectar a la carretera y posiblemente a los oleoductos que cruzan por esa zona del volcán, indicó.
Por el lugar atraviesan el Oleoducto Transecuatoriano y el Oleoducto de Crudos Pesados, de capitales estatales y privados, que por ahora no registran problemas y trabajan con normalidad. No existen poblaciones asentadas en el área que estén en eventual peligro.
El Instituto Geofísico reportó el domingo el incremento de la actividad del volcán con sismos internos, emisiones con contenido bajo a moderado de ceniza y salida de lava por los flancos norte y sur del cono, dijo Ramón.
Confirmó que hasta el momento no han existido caídas importantes de ceniza en ninguna ciudad del país.
Ramón señaló que "no hemos visto señales que nos indiquen que podría ocurrir algo similar a lo que sucedió en noviembre del año 2002 cuando una fuerte erupción del Reventador provocó que una gruesa capa de ceniza cubriera la capital ecuatoriana".
Por precaución, el domingo se suspendieron las actividades del aeropuerto de Quito, sin reportarse incidentes.
El volcán de 3.485 metros sobre el nivel del mar presentó en julio un incremento de actividad similar que, sin embargo, tampoco alcanzó los niveles del 2002.