Al otavaleño, que fue expulsado del país europeo, lo recibieron ayer su madre y hermanas.
El vuelo fue anunciado a las 10:00, pero a las 11:00 Rothman Salazar salió del aeropuerto para ser recibido por su madre, hermanas, sobrina, novia, tutor, sus abogados y diez periodistas que siguieron su expulsión de Bélgica, a fines de agosto pasado, después de un control de documentos.
Minutos antes de la llegada de su hijo, Nuria Perugachi recorrió ansiosa las salas de arribo del aeropuerto de Bruselas ante las cámaras y los periodistas que la interrogaban.
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El reencuentro con su familia fue un grito silencioso de emociones contenidas. Un fuerte abrazo con su madre en el mismo aeropuerto de donde fue expulsado sin poder despedirse de ella. Las cámaras y las preguntas de los periodistas interrumpieron besos y saludos.
“Estoy contento de ver a mi familia y desde el lunes retomaré mis estudios. En Ecuador estuve muy ocupado con las gestiones de la visa y aproveché para ver a mi abuelo y primos”, respondió Rothman a los canales de televisión. Los abogados Tshimpaglia y Aime Kilolo Musamba comentaron emocionados que “este ha sido un proceso con un final feliz”.
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En el aeropuerto también se encontraba el tutor de Rothman, Emmanuel Colin, quien asumirá la responsabilidad del ecuatoriano y sus gastos de escolaridad en Bélgica.
“No conozco a Rothman más que por las noticias. Es la primera vez que lo veo, pero creo que se merece una oportunidad”, explicó Colin, presidente de una asociación humanitaria en Filipinas, a quien le fue imposible guardar el anonimato.
El tutor indicó que su asociación realiza proyectos humanitarios en Filipinas y quisiera trabajar con una comunidad en Ecuador para ayudar a los niños. “Quiero discutir eso con Rothman y tenemos tanto de qué hablar y conocernos”, dijo Colin ante su protegido.