Con una magnífica fiesta, Alfredo Ortega festejó sus 50 años. Familiares y amigos estaban encantados con la decoración del lugar, el que se veía iluminado con cálidas lucecitas y farolitos, todo idea de su esposa, Lili Grunauer.La comida estuvo fabulosa, sobre todo el risotto de champiñones y el cebiche de camarones que brindaron en la madrugada para los más farreros.