La semana pasada se produjo un hundimiento de terreno en el sector del barrio San Vicente, luego de varias horas de lluvia. Allí se formó un hueco de doce metros de diámetro y 30 de profundidad en un área donde hace unos 50 años se realizaron actividades mineras.

En ese lugar funciona el canchón municipal, donde se guarda maquinaria pesada y materiales de construcción, pero cerca hay varias viviendas de construcción mixta.

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El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) recomendó retirarse de ese lugar ante el peligro de más derrumbes.

El hundimiento afectó al sistema de agua potable que abastece al sector, por lo que el suministro de agua fue suspendido en esa zona, indicó el alcalde Julio Romero Orellana.

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El Alcalde corroboró que esa zona fue parte de la explotación minera de la empresa Sadco. Incluso los habitantes del sector dijeron que en el lugar existen túneles de gran diámetro y longitud, por lo que las bases estarían cediendo con el paso del tiempo y las lluvias.

Jorge Rodríguez, director municipal del Departamento de Agua Potable, dijo que los daños en la red son cuantiosos, al tiempo que señaló que el líquido es entregado a la población a través de tanqueros de los municipios de Piñas y Portovelo.

Luego de que se retiró la maquinaria pesada del canchón municipal se acordonó el área hasta que técnicos especialistas evalúen el sector afectado.

El Cabildo recomendó la vigilancia permanente para evitar trabajos de explotación minera y proteger a la población de las zonas aledañas.

Debido al problema geológico se suspendieron las clases  en la escuela Federico Froebel, para  salvaguardar la integridad de los alumnos y maestros.

Las actividades no se pueden reanudar porque existe un riesgo de nuevos hundimientos que se pueden presentar en ese lugar, dijo Marco Reinoso, jefe de la Defensa Civil de El Oro.

Representantes de las direcciones Nacional de Minas y Provincial de Salud visitaron el lugar con la finalidad de elaborar un informe preliminar sobre la situación.

Este hecho ha provocado una serie de especulaciones entre la población y se teme que la situación se agrave, por lo que las autoridades locales hicieron un llamado a la calma.

El vicealcalde Marcelo Sotomayor dice que ha denunciado en “varias oportunidades” sobre estos deslizamientos. “¿Acaso  esperan a que pase alguna desgracia que lamentar?”, dijo.

Desde hace cinco años ya se han presentado otros problemas de deslaves, uno de los más recientes fue en el invierno del 2007 en el cerro San José.

Los barrios más afectados son La Alborada, El Oro, 28 de Noviembre, El Obrero y Florida.