Analistas creen que hay similitudes entre remezón de EE.UU. y debacle bancaria local de años atrás.
El gigantesco salvataje bancario de $ 700.000 millones que el gobierno de EE.UU. entregó a la banca de inversión hipotecaria estadounidense trae a la mente la pesadilla que significó la crisis bancaria en Ecuador, en 1998 y 1999, y su posterior salvataje, calculado por la Agencia de Garantía de Depósitos en unos $ 8.000 millones.
¿Pero cuáles son las similitudes entre la crisis financiera de EE.UU. y la debacle bancaria de 1999 en Ecuador?
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De acuerdo con los expertos financieros, existen varias similitudes: la falta de controles del sistema financiero sería uno de los principales motivos.
Marcos López, miembro del directorio del Banco Central del Ecuador (BCE), explicó que las dos crisis se dan por el relajamiento de políticas de control.
En el caso de Ecuador, la ausencia de controles significó que los bancos pudieran, por ejemplo, dar crédito a cualquier persona, sin cumplir con garantías básicas, o autoentregarse dineros, a través de los conocidos créditos vinculados.
Para López, en cambio, en EE.UU. la liquidez que dejó la economía de la guerra de Iraq se dirigió al sector inmobiliario, Entonces se abrió el mercado de títulos valores de mala calidad, que terminó convirtiéndose en una mala práctica de inversión.
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Jaime Carrera, del Observatorio de Política Fiscal, coincide en que en el caso de EE.UU. fue el exceso de libertades lo que generó la crisis. “No hubo controles para las emisiones, de permutas financieras o moras crediticias”.
En cuanto a las soluciones, en ambos casos, el Estado debió echar mano de los dineros del Fisco, que es producto de los impuestos de los propios ciudadanos, para salvar a los bancos privados.
Con el salvataje se permitirá comprar principalmente cartera mala de los bancos a punto de zozobrar; a cambio de la cartera, recibirían bonos del Estado, de cero riesgo.
Carrera admite que estas políticas resultan contrarias a los postulados del libre mercado, sin embargo, indicó que en cualquier crisis el Estado acude a preservar el bienestar colectivo y a elegir el mal menor.
Es que si bien los bancos son privados tienen depósitos de los ciudadanos. En ese momento el Estado entra en acción, pues si se pierden esos dineros, baja la capacidad de compra del público y la economía entra en recesión, con la cual los más pobres vuelven a perder.
Pero ambas crisis, al parecer, podrían tener finales distintos. En el caso de EE.UU., al tratarse de una economía fuerte, se están dando soluciones de mercado, por lo que seguramente los bancos se podrán recuperar, e incluso el Estado podría recibir utilidades en algunos años, según comentó Carrera.
En cambio, la crisis financiera de Ecuador y la caída de los bancos difícilmente se han podido recuperar. De hecho, hasta ahora se efectúan incautaciones para intentar obtener parte de los recursos que el Estado desprendió en la crisis bancaria de la década pasada.
Según López, faltó firmeza de las autoridades de la AGD para la recuperación de los activos. De acuerdo con datos de la AGD, el déficit o hueco fiscal que ha dejado la crisis bancaria está en el orden de $ 3.500 millones.
Hace dos años se estimó que el 98% de la cartera que aún mantenía la Agencia poseía calificación E y podría ser declarada irrecuperable.
Mientras que la crisis financiera de EE.UU se origina por una economía de guerra y una burbuja creativa financiera, en Ecuador el problema fue el fuerte invierno conocido como el fenómeno El Niño, en 1995.
Durante la actual crisis externa, el sistema financiero de Ecuador no se ha visto afectado por varios motivos: la enorme liquidez que tienen ahora los bancos ecuatorianos y el pequeño mercado de capitales que maneja, según Fernando Pozo, representante de la Asociación de Bancos Privados.
Consumo
Debido al aumento del desempleo y a las dificultades para obtener créditos, los gastos de los consumidores estadounidenses bajaron entre junio y agosto pasados y están en vías de retroceder también en todo el tercer trimestre.
Efecto
Tras la crisis bancaria que sufrió Ecuador en la década pasada, hubo un efecto similar en la economía local.