En Hong Kong se descubrió galletas Munchy Food con altas cantidades del químico industrial.

En una admisión desacostumbrada para un líder chino, el primer ministro, Wen Jiabao, confesó que el Gobierno fue parcialmente responsable por el escándalo de la leche contaminada a la que se ha culpado por la muerte de cuatro bebés y  haber minado la confianza de los consumidores.

“El Gobierno siente sumo pesar por la crisis que ha enfermado a más de 50.000 niños”, dijo Wen en una entrevista que publicó  la revista Science.
“Sentimos que aunque los problemas ocurrieron en la compañía, el Gobierno también tiene una responsabilidad”, acotó.

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Una versión china de la entrevista en el  Diario del Pueblo  del Partido Comunista atribuyó a Wen haber dicho que el Gobierno fue muy poco estricto  en supervisión y manejo.

Las autoridades han  culpado a los proveedores de productos lácteos al decir que agregaron la sustancia química industrial melamina a la leche aguada para burlar los controles y hacerla parecer rica en proteína.  La melamina se usa para elaborar  plásticos, fertilizantes, pintura y adhesivos.
Su ingestión en pequeñas cantidades no causa peligro, pero  en grandes dosis causa cálculos renales e insuficiencia renal. Los infantes son vulnerables, particularmente.

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Mientras, un laboratorio gubernamental de Hong Kong anunció que halló cantidades excesivas de melamina  en dos tipos de galletas producidas por la firma  Munchy Food Industries, con sede en Malasia.

El anuncio es parte de la constante revisión por   autoridades de Hong Kong de los productos a base de lácteos, luego de que miles de niños enfermaran en China por la leche contaminada.

El Centro de Seguridad Alimentaria (CFS, por su sigla en inglés) afirmó que halló la sustancia en una muestra de galleta con mantequilla de maní y otra con queso crema.