El brasileño Kaká se convirtió hoy en el futbolista más joven en dejar sus pies eternizados en el "paseo de la fama" del mítico estadio Maracaná, un día antes del partido contra Colombia por la eliminatoria sudamericana para el Mundial de Sudáfrica 2010.
El jugador del AC Milan, de 26 años y elegido el mejor del mundo por la FIFA en 2007, dejó su marca cerca de la de los ex jugadores de la selección brasileña Júnior y Zico y de la brasileña Marta, dos veces elegida como la mejor del mundo y única mujer de la galería.
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"Estoy viviendo una fase muy buena de mi carrera, vengo creciendo", afirmó el jugador, antes del último entrenamiento de la selección para el partido con Colombia el miércoles en el Maracaná.
"No creo que llegué al tope, aún tengo mucho por mejorar, a aprender, pero ser colocado en un memorial como este en el Maracaná, al lado de grandes jugadores, es realmente un momento de mucha felicidad para mí", agregó Kaká, que volvió a la selección de Brasil para los dos últimos partidos oficiales del año, tras 11 meses de ausencia por una lesión.
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Kaká abrió el marcador en la victoria del domingo 4-0 sobre Venezuela en San Cristóbal.
Ante Colombia, Brasil podrá alcanzar la marca de cuatro partidos seguidos sin sufrir goles en la eliminatoria, una conquista importante para la criticada defensa brasileña.
Según Kaká, el golero Júlio César, titular en los nueve partidos de Brasil en el torneo y que recibió cuatro goles, es uno de los principales responsables por la buena fase de la defensa brasileña.
"Nuestra defensa, siempre tan criticada, ahora merece las felicitaciones", dijo Kaká a periodistas.
"Tenemos también a Júlio César, con seguridad uno de los mejores goleros del mundo. El está demostrando eso", agregó el mediocampista ofensivo del AC Milan.