En el mundo del cómic, el científico Bruce Banner recibe una fuerte emisión de rayos gamma durante un experimento. Esto lo convierte en el increíble Hulk, un monstruo verde sin mayor control sobre sí mismo, cuyo único propósito es destruir las cosas a su alrededor y luchar contra otras abominaciones. A pesar de sus notorios cambios externos, por dentro este personaje seguía siendo el mismo, y a pesar de no poder canalizar su inteligencia, sus propósitos se mantenían y su conciencia lo atormentaba. Esta exposición a los rayos gamma no parece tener el mismo efecto en el canal de televisión que solía llamarse Gamavisión.
Durante 32 años, este medio se manejó bajo este nombre y ahora renueva su imagen física, dándose un lifting y uno que otro retoque. Entre sus principales novedades, un nuevo logo y nombre: Gama. Entre programas y pausas comerciales nos acercamos a ataques epilépticos inducidos por las promociones de su renovada imagen. Aquí encontramos variados matices de colores que prometen cambios. Pero la realidad es otra, el televidente recibe la misma programación y estilo que ha venido recibiendo con cada telenovela y episodio del ‘Chavo del 8’.
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Vemos al mismo Gamavisión de siempre, solo que con otro nombre; con algo de maquillaje, bótox e implantes, pero con la misma alma envejecida, aquella que se han esforzado tanto por renovar. Los mejores cambios vienen de adentro.