Durante años, la ciencia ha tratado de desvelar el misterio de cómo nuestra nariz es capaz de reconocer una gama de olores. Ahora, gracias a un nuevo hallazgo científico, quizás estamos cerca de encontrar la respuesta. Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, encontraron la forma de producir en masa receptores olfativos en el laboratorio.Y esto, dicen, podrá conducir a la creación de “narices artificiales” que tendrían numerosas aplicaciones médicas y tecnológicas, como la detección de bombas y drogas en aeropuertos. El hallazgo, dicen los científicos en la publicación Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS, Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.), podría reemplazar en el futuro a los perros de búsqueda y detección. “El olfato es uno de los sentidos más primitivos y más complejos”, indica el profesor Shuguang Zhang, director del Centro de Ingeniería Biomédica del MIT y principal autor del estudio. Receptores La principal barrera para estudiar el olfato, explica el investigador, es que hasta ahora no se ha logrado producir en el laboratorio suficientes receptores olfativos, las proteínas encargadas de detectar olores.La nariz humana puede detectar más de 10.000 olores y para ello requiere cerca de 400 genes funcionales, mucho más de los que se necesitan para cualquier otra función del organismo. En cambio, los animales, en particular perros y ratones, tienen cerca de 1.000 genes de receptores olfativos. Y gracias a esta variedad de receptores, el ser humano y los animales son capaces de discernir una gran variedad de aromas. Estructura Los científicos pasaron varios años intentando desarrollar un método para aislar y purificar las proteínas sin que perdieran su estructura y su función. Y al fin lograron desarrollar una técnica que involucra una síntesis libre de células y que utiliza un extracto de germen de trigo disponible en el mercado. Ver artículo completo en www.bbcmundo.com