Ecuador condenó este lunes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la política de retorno de inmigrantes de la Unión Europea.
"Nos preocupan profundamente las directivas de retorno emitidas por la Unión Europea", declaró la embajadora ecuatoriana ante las Naciones Unidas María Fernanda Espinosa, quien insinuó que esa política viola los derechos de las personas.
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Aludía a nuevas normas por las cuales los indocumentados pueden ser detenidos hasta 18 meses antes de ser deportados. También se han tomado medidas para promover el retorno de inmigrantes con papeles que no tienen trabajo.
"Creemos que hoy más que nunca nuestros países deben unirse y exigir el cumplimiento de las obligaciones emanadas de convenios internacionales sobre derechos humanos y sobre emigración", señaló Espinosa.
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Agregó que "la libre movilidad de las personas es un derecho que debe ser protegido" y que "tanto la emigración como el retorno deben ser expresiones de libertad".
"Y no hay que olvidar", dijo, que la migración es muchas veces consecuencia directa de modelos económicos excluyentes.
Reforma de la ONU
Espinosa, por otra parte, afirmó que es imperativo fortalecer el sistema multilateral y renovar la decisión política de avanzar en la reforma del sistema de las Naciones Unidas y en especial del Consejo de Seguridad.
Las estructuras de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales responden a momentos históricos diferentes y es necesario crear estructuras que respondan a los desafíos actuales, manifestó la funcionaria.
Enfatizó la "necesidad de ampliar la membresía del Consejo" y de promover una "democratización de organizaciones que forman parte del sistema de las Naciones Unidas".
"La mayoría de los países no pueden acceder a los órganos que toman las decisiones", subrayó.
Espinosa expresó que "no se puede entender que países miembros de esta organización apoyen presupuestos para operaciones de paz de miles de millones de dólares, pero hagan serios reparos en aumentar los presupuestos para programas de desarrollo".
La diplomática dijo que su país dejó "atrás el desgastado concepto de desarrollo basado en índices de crecimiento y en el mercado", y lo reemplazó con el "concepto del buen vivir, que significa vivir con dignidad, de acuerdo a nuestros valores culturales y en armonía con la naturaleza".