Los restos de los pequeños, de 3 y 5 años, salieron del hospital situado en la residencia de ancianos de esta población de la provincia de Cuenca, donde fueron velados. Familiares y amigos llevaron los féretros hasta la parroquia de San Marcos Evangelista atravesando un pasillo formado por niños ecuatorianos que lanzaban pétalos de rosas y portaban banderas de Ecuador, de donde  son los padres de las víctimas.

Luego de la misa, que duró casi una hora y se celebró en una iglesia prácticamente llena, los cadáveres fueron trasladados al cementerio municipal, donde los enterraron.

El alcalde de Quintanar del Rey, Martín Cebrián, dijo a los periodistas que no descarta que los cuerpos de los menores puedan ser repatriados a Ecuador cuando la jueza que lleva el caso lo permita, pues el deseo inicial de esta familia ecuatoriana, que residía en esta localidad y cuyos hijos nacieron en España, era  sepultarlos en su país natal.

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Hasta ahora eso no ha sido posible por estar aún en curso las investigaciones para esclarecer cómo se produjo el incendio de la furgoneta, en la que se quedaron los pequeños mientras su padre  compraba material de jardinería cerca.

Asistieron al sepelio el subdelegado del Gobierno, Julio Magdalena; el delegado del Gobierno regional de Castilla-La Mancha en la provincia de Cuenca, Ángel Valiente, y la delegada de Bienestar Social, Ma. del Carmen García.