La gigantografía colocada en la parte alta de uno de los pabellones del templo fue una iniciativa del Consejo de Laicos, refiere Federico Gagliardo, párroco de Los Ceibos.

El sacerdote subraya que esos carteles también están expuestos en otras iglesias de la ciudad. Con ellos, los grupos de ciudadanos buscan rechazar el aborto y el matrimonio entre homosexuales.

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Advierte que durante este tiempo, el trabajo de los laicos comprometidos ha tenido una respuesta maravillosa en diversos sectores, sobre todo entre los jóvenes. “Las reuniones son frecuentes, hoy (ayer) tengo un encuentro con chicos de 15 y 16 años”, dice Gagliardo.

Agrega que además de las prédicas, hay más de un centenar de personas que están en la misión de la catequesis a la que convocó la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), tras considerar que los textos constitucionales son innegociables porque atentan contra derechos como la vida.

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“La acción es respetuosa, no es impositiva, y no tiene por qué suscitar reacciones especiales y de hecho no he podido detectar ninguna”, expresa monseñor Antonio Arregui, presidente de la CEE.

En tanto, Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz 1980, criticó a la iglesia durante su visita al presidente Rafael Correa. Pérez declaró que los “jerarcas” de la Iglesia tienen intereses políticos y, por ello, sostienen que “el proyecto constitucional pregona el aborto, cuando no es así”.